Pretérito Imperfecto
Córdoba 'vueling'
El verso lorquiano se hace ceniza y la discreta ciudad de Quintín no se reconoce. Ni lejana ni sola. Sus viejas joyas de siempre, lucen como nunca
Y el verso lorquiano se hizo ceniza. Ni lejana ni sola. El embrujo de su evocación se guarda ya en frasquitos como nuevas fragancias que se venden en Fitur. Córdoba 'vueling'. Lo dicen los datos estadísticos. Lo palpa cualquiera en la calle, los ... monumentos y museos. Lo testan los registros municipales y arquitectos con proyectos de toda índole que dan su señal. Lo calibran las recepciones hoteleras, que pese al interrogatorio baten récord de pernoctaciones. Lo certifican algunos discursos trasnochados. Lo avalan las aerolíneas que jamás pensábamos que echarían el ancla por el Guadalquivir. Lo pone de manifiesto la alta velocidad pública y mejorable, así como la privada, dejando a la estación sin nombre con un centenar de trenes rápidos en el trasiego diario a cualquier rincón de España. Apenas sin parangón. Lo reservan las sociedades médicas a gran escala, que ya tienen en su agenda que una de sus masivas convenciones tiene que pasar por Córdoba. Lo simboliza el milagro de los veladores, que se multiplican como el pan y los peces ante una calle desaforada. Lo estimula la pasión del Arcángel y su válvula de escape y autoestima. La ciudad discreta de Quintín está irreconocible.
El aeropuerto y los vuelos comerciales siempre fueron la cortina de humo perfecta. Desviar la atención hacia ese reto imposible gastando energía y tinta inútiles para solapar el problema real. Veinticinco años después de aquel plan director que el otrora ministro Pimentel trajera del brazo, los aviones bajarán solos y no por decreto ómnibus en un logro que suma voluntades, interés público, trabajo y expectativas de unas compañías que no hacen números por distraerse sobre una Córdoba a la que ahora sí parecen lucirle las viejas joyas de siempre.
La estrategia emprendida por la Junta de Andalucía como relaciones públicas de unos aeropuertos que son el pasaporte de llegada a una tierra única da sus frutos. A Málaga a lo grande, o a Córdoba empezando por lo pequeño. Desde China o la Gran Manzana, pasando por Maspalomas. La apuesta clara del Ayuntamiento de Córdoba y el apoyo incondicional de la Diputación por ser actores y tractores de esa estrategia cosecha sus frutos. Que Vueling opere de forma estable hacia un centro de operaciones internacionales como Barcelona era el salto de calidad necesario y la prueba del algodón sobre coyunturas siempre interesantes pero estacionales como las de Binter (media temporada) o Air Nostrum (verano). La «apuesta valiente», como le dijo Bellido al alto ejecutivo de la compañía integrada en IAG (Iberia-British), por Córdoba es señal de que hay cosas que se han hecho bien y así lo toma un salvaje mercado como el aeronáutico. De aquí a que la soleá de las Tendillas retuerza otro año más, 200 pichones caerán a la cazuela.
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