El caso de la doctora Pinto: Así maniobró Interior para librar a Villarejo
Eludió una rueda de reconocimiento por una adscripción al CITCO que dirigía su amigo Olivera y que no figura en su hoja de servicios
La defensa de la doctora Pinto pide al juez que cite a Gómez Gordo tras revelar ABC sus chats con el exsecretario de Estado

La Justicia aún no se ha pronunciado sobre si el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo se concertó con el empresario Javier López Madrid para acosar y agredir a la dermatóloga Elisa Pinto en 2014, pero el cruce entre los sumarios de ... ese procedimiento y del que investiga al comisario en la Audiencia Nacional apunta a que Interior, y especialmente la Secretaría de Estado de Seguridad que comandaba Francisco Martínez, maniobró con un puñado de policías para ponérselo fácil al comisario.
El facultativo de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía que comandaba Eugenio Pino, Miguel Ángel Bayo, firmó en julio de 2015 el documento con el que el comisario José Manuel Villarejo eludió comparecer en una rueda de reconocimiento en el juzgado de Madrid que investigaba el apuñalamiento de la doctora Pinto, asunto por el que ya ha sido procesado.
El documento, al que tuvo acceso este diario, expone que Villarejo no puede asistir al juzgado el día 16 de julio porque el comisario, destinado en la DAO «está encuadrado en el protocolo de colaboración que junto con el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) el Ministerio del Interior desarrolla con responsables de otros organismos policiales y de inteligencia de países aliados».
«En base a ello -dice el escrito fechado el 7 de julio de 2015- este comisario tiene concertados desde hace meses varios encuentros y por ende, viajes a lo largo del mes de julio y agosto de 2015».
Se da la circunstancia de que en la hoja de servicios de Villarejo que obra en el sumario de la causa que le investiga en la Audiencia Nacional no figura «encuadre» ni adhesión alguna al CITCO, el mismo organismo que desde hacía apenas cinco meses, comandaba José Luis Olivera, anterior jefe de la UDEF y amigo del comisario.
También se da la circunstancia de que la «estrategia» de Villarejo era tener margen para saber cómo actuar , tal y como reveló ABC. En una de las conversaciones intervenidas al exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez en el contexto de la operación Kitchen, el entonces inspector Jefe Andrés Gómez Gordo le cuenta que Villarejo está citado el día 16 de julio para esa rueda de reconocimiento.
« Lo habíamos parado pero alguien lo ha reactivado... Ya me dices algo », le comentó. Era 4 de julio y Martínez contestó, en relación al DAO: «Pino iba a hablar con la juez con lo del 16».
El 7 de julio, Bayo firma ese documento que asegura que Villarejo tiene que estar en Reino Unido en la semana del 13 al 19 de julio para un viaje del CITCO que «ya se encuentra concertado». Cubre el resto del verano: dice que en la semana del 20 al 26 del mismo mes «está confirmado un viaje a Reino de Arabia Saudí y durante el mes de agosto, a otros países de la Península Arábiga».
«Se le ha ofrecido decir que está de vacaciones»
En esa misma fecha, Gómez Gordo da cuenta al secretario de Estado. Le traslada por whatsapp que a Villarejo « se le ha ofrecido la posibilidad de que está de vacaciones (de esta forma tendría que posponerlo obligatoriamente) y él prefiere justificar viaje (la juez puede negarse) quiere ver qué animo tiene…», a lo que Martínez replica que, en su opinión, «la estrategia de Pp es un poco arriesgada».
«Creo que lo que no quiere es posponer el enfrentamiento a septiembre, quiere ver las cartas y tener más tiempo para actuar. Septiembre se le puede hacer tarde para reaccionar», añade Gómez Gordo.
Le salió bien, en principio. La juez reprogramó la rueda de reconocimiento para septiembre y de nuevo, el Ministerio del Interior eximió a Villarejo aduciendo un viaje de trabajo. Sin embargo, acabó siendo señalado por la doctora Pinto de entre varios individuos vestidos como él, aunque ella tuvo que esperar hasta junio de 2017 para que se practicase esa diligencia.
Denunció ante la Secretaría de Estado
Pinto viene librando una batalla judicial desde 2013 contra el empresario Javier López Madrid y Villarejo para intentar acreditar que estuvo sufriendo acoso y amenazas durante más de año y medio y acabó siendo apuñalada mientras el sistema parecía reaccionar protegiendo al comisario.
Llegó a denunciar mala praxis en el trabajo policial ente la Secretaría de Estado de Interior que comandaba Francisco Martínez . La denuncia fue remitida por duplicado a la comisaría de Chamartín, donde la dermatóloga venía señalando a Villarejo, y a la Dirección Adjunta Operativa de la Policía que comandaba Eugenio Pino.
En Chamartín, el comisario jefe Jaime Barrado reconoció irregularidades, abrió una investigación sobre el apuñalamiento y pidió a Elisa Pinto que identificase a Villarejo entre una serie de fotografías. Además, alertó a Asuntos Internos.
Pero en la DAO, Pino encargó a un inspector Jefe que emitiese un informe sobre las denuncias de Elisa Pinto y el resultado fue la destitución de Barrado atendiendo a una supuesta hiperactividad investigadora, tal y como recoge la documentación que obra en la causa.
Ese inspector Jefe era Andrés Gómez Gordo , el mismo que testificó en la causa abierta por la doctora Pinto a petición de Villarejo. El mismo que estaba maniobrando con el secretario de Estado sobre este tema y que dejó en aquella charla otra frase por escrito: «Dicen que estoy a sueldo de Pepe tras mis informes y mi declaración».
Intoxicación informativa
El caso llegó a archivarse por el contenido de los informes policiales que situaban a Pinto como una persona desequilibrada (incluso constaba una evaluación de su conducta que ninguna de las partes había solicitado). Concluían que se había inventado el acoso y el apuñalamiento, un hito que fue publicado en prensa. La web que gestionaba la mujer de Villarejo también dio información : Dijo que a Pinto iban a retirarle la custodia de su hijo.
La Audiencia Provincial de Madrid ordenó la reapertura de la investigación y finalmente, el juzgado de Instrucción número 39 de Madrid acordó el pasado septiembre, siete años después de la denuncia inicial, procesar a López Madrid y a Villarejo . La titular considera que hay indicios suficientes de que el empresario la estuvo amenazando y el comisario le causó lesiones. El caso se enfila a juicio.
En paralelo, el juez de la Audiencia Nacional que investiga a Villarejo ha abierto una pieza separada para dirimir si las amenazas y la agresión instruidas en los juzgados de Madrid son el resultado de un encargo de López Madrid a Villarejo , en línea con los «servicios» que prestaba para clientes diversos y que podrían constituir delitos de cohecho.
El empresario fue citado como imputado la semana pasada, pero pidió un aplazamiento. Ahora, la defensa de Elisa Pinto, tras las informaciones publicadas por este diario, ha instado al juez a pedir explicaciones también al ya comisario Andrés Gómez Gordo .
En cuanto a Villarejo, siempre ha negado haber perpetrado la agresión. Ironizaba sobre ella en una comida con amigos (incluido al mencionado Olivera) en enero de 2017 a cuya transcripción tuvo acceso ABC: «La mujer esa a la que yo apuñalé», decía de Pinto.
«Lo que no entiendo es por qué fallaste», le pregunta uno de los colegas, y le da la risa. «Vamos, dice que la di dos puñaladas. Le pego una hostia que termina en Móstoles. Será tonta polla, no se qué puñaladas.. vamos, le pego una hostia...», dice Villarejo. A su lado, otro comensal comenta una coincidencia: el hijo de la doctora Pinto está en la misma clase que el suyo. El comisario ya lo sabía.
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