Abascal acusa a Sánchez de preparar «un golpe de Estado»: «Hitler también llegó con elecciones»

Juan Casillas Bayo

Madrid

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15/11/2023
Actualizado 17/11/2023 a las 09:45h.

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De pronto el choque por la amnistía entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se ha apagado. Por unos momentos, los diputados presentes en el hemiciclo del Congreso han callado ante un discurso durísimo, mucho más allá de lo que dicta la costumbre. Santiago Abascal, el líder de Vox, venía ya días atrás inflamando sus palabras, llamando al presidente en funciones «dictador» y hablando de «un golpe de Estado».

Pero el efecto en la tribuna de oradores, desde la que si se alza la mirada se contemplan aún los disparos del teniente coronel Antonio Tejero, ha sido brutal. Abascal, en su intervención más desinhibida, ha clamado no ya solo contra el «golpe de Estado» que según él prepara Sánchez de la mano de los separatistas, sino que ha llegado a comparar la forma de llegar al poder del candidato socialista con la del dictador de la Alemania nazi, Adolf Hitler, que perpetró el Holocausto contra los judíos.

La gravedad de las palabras de Abascal ha ido 'in crescendo'. El dirigente derechista ha elevado el tono llamando a Sánchez –contra quien Vox se querelló este martes por presunto cohecho y otros delitos– «corrupto», al haber aceptado promover una ley de amnistía de la que no solo renegó, sino que garantizó que era «inconstitucional». Hasta ahí todo transcurría dentro de los límites de la discordia, hasta que el político vasco ha soltado el freno de mano.

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«Acuso al señor Sánchez de tratar de subvertir el orden constitucional y de preparar un golpe de Estado con la connivencia de las minorías separatistas. No es dialéctica. Hitler también llegó al poder con unas elecciones y solo después maniobró para liquidar la democracia», ha proclamado, con un runrún reprobatorio instalado ya en la Cámara Baja.

La presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ha invocado en ese momento el artículo 103 del Reglamento para apelar al decoro parlamentario y al respeto a las instituciones. «Por desgracia sabemos lo que es un golpe de Estado y una dictadura», ha dicho, y ha advertido a Abascal que si no retiraba sus palabras del diario de sesiones, lo iba a hacer ella de oficio. Su intervención ha dado una coartada al dirigente de Vox para reivindicarse en su tesis: «No tengo ninguna duda de que usted retirará las palabras por orden de la mayoría socialista demostrando que nuestra denuncia es una realidad».

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Es más, ha ahondado en lo anterior al afirmar que, al menos, «el socialista alemán mintió menos a los electores» porque se comprometió a terminar con la República de Weimar. «Ustedes mismos reconocieron que nuestras leyes no permiten la ley de amnistía», les ha dicho a los socialistas, en una crítica palmaria, pero que ha quedado desdibujada por todo lo anterior.

Ha citado Abascal hemeroteca de Luis Planas, Fernando Grande-Marlaska, Adriana Lastra, Carmen Calvo, María Jesús Montero y Salvador Illa, y ha concluido con Pedro Sánchez: «Es inconstitucional, es ilegal, eso no tiene cabida en nuestro ordenamiento constitucional», ha leído, recordando lo que afirmaba, lo que pensaba, el candidato, que este miércoles en su discurso ha defendido justo lo contrario. Al PP lo ha conminado a no tramitar la ley de amnistía en el Senado o, ha dicho, estará «colaborando con el golpe». Patxi López ha pedido la palabra por alusiones y Armengol ha permitido que se extendiese –quizá más de lo necesario– para rechazar los ataques de Abascal, que había hablado de «mayoría golpista». Los diputados de Vox han salido del hemiciclo y se han unido a los manifestantes en la calle. Y Sánchez, ufano, se ha ahorrado una réplica.