La Sareb asume que no podrá devolver 15.000 millones de deuda antes de su desaparición en 2027
El 'banco malo' acelera la venta de activos y eleva sus ingresos un 16%, pero no evita unas pérdidas de 2.198 millones de euros
El plan de Sánchez para sacar al mercado 184.000 pisos a precios asequibles entrega solo 350 casas en un año

La Sareb, entidad creada en 2012 para absorber los activos tóxicos de las cajas de ahorro, asume que no podrá recuperar la totalidad de los más de 50.000 millones de euros que debía liberar antes de su desaparición en 2027. El equipo directivo del conocido como 'banco malo' ha admitido este jueves que se trata de una misión imposible, dado que a cierre de 2023 cuenta con un patrimonio neto negativo de 14.646 millones de euros y faltan por liquidar 29.413 millones de euros. Por lo que hay cerca de 15.000 millones que no serán recuperables.
La Sareb hace esta previsión después de empeorar su resultado un 46% en 2023 al registrar unas pérdidas de 2.198 millones de euros, a pesar de que los ingresos se elevaron un 16% hasta los 2.748 millones de euros por la venta de 36.690 activos, un aumento del 35% frente a 2022. La entidad justifica este resultado por la diferencia entre el valor contable de los activos y al que han vendido posteriormente en el mercado. «Va a seguir ocurriendo en los próximos ejercicios. Nuestro objetivo es repagar deuda y si tenemos que vender con minsuvalías lo haremos», han remarcado desde la directiva. En el retroceso firmado el año pasado también influyó el aumento de los gastos financieros por la subida de los tipos de interés que registró un avance de 390 a 861 millones de euros, un 121% más.
Con todo, Sareb considera que el del año pasado fue un buen ejercicio de ventas. Se lograron dar salida a 10.500 viviendas, a un precio medio de 90.000 euros, el 90% de ellas compradas por particulares. Con ellas ingresaron 820 millones de euros. «Todo lo que publicamos, se vende», ha asegurado durante la presentación de los resultados el consejero delegado de la entidad, Leopoldo Puig. En total, los ingresos inmobiliarios reportaron 2.120 millones de euros, un 24% más.
El 'banco malo' también destaca las desinversiones de activos no residenciales, como los terciarios (locales, naves industriales,etc) que crecieron un 16% frente al año pasado, hasta los 263 millones de euros. La venta de suelo, por su parte, creció un 1% hasta los 315 millones de euros. «Vamos a dar un impulso a la cartera de suelo, aunque esto requiere un trabajo mayor y tiene que haber inversores del otro lado», ha dicho Puig. Por su parte, los ingresos por activos financieros disminuyeron un 8% hasta los 649 millones.
Con estos mimbres, la Sareb logró el año pasado cancelar 1.068 millones de euros de deuda avalada por el Tesoro, con los que son ya 21.368 millones los liquidados desde su creación en 2012. El 42% de los 50.781 millones de euros en activos tóxicos que heredó de la crisis del ladrillo en España.
Plan de vivienda asequible
La compañía también sigue potenciando su pata de vivienda asequible que asumió tras el ascenso accionarial del Estado en 2022 hasta el 50%, a través del FROB. La entidad es un actor esencial en el plan de 184.000 vivivendas destinadas al alquiler asequible que el Gobierno puso en marcha el año pasado. De Sareb dependen 50.000 de ellas, de las cuales 14.000 ya están ocupadas -aunque más de la mitad de ellas siguen sin regularizar-; otras 21.000 están puesta sa disposición de las comunidades autónomas y las 15.000 restantes tienen que construirse en suelos del ente semipúblico.
La Sareb asegura que el año pasado las comunidades compraron 350 unidades en 2023 como parte del plan y que está a punto de lanzar la licitación de la primera fase del proyecto Viena, con el que se cederán suelos a promotoras a cánon cero durante 80 años para construir 3.500 viviendas destinadas al alquiler aequible. Esta primera toma irá destinada a 19 provincias, 10 CC.AA. y 33 municipios. «Está visto para lanzarse en breve», ha remarcado Puig.
La compañía también tiene en la rampa de salida la posible venta de su promotora Árqura, a través de la que gestiona sus suelos más pujantes. Aunque Puig ha asegurado que siguen analizando la operación y que «aún no hay tomada aún ninguna decisión». El año pasado la promotora de Sareb le reportó unos ingresos de 394 millones de euros con 1.620 viviendas entregadas. Desde su origen se han entregado unas 3.300 viviendas y se ham lanzado casi 9.000 en comercialización. «Vamos con perfil bajo, pero nos estamos convirtiendo en una de las promotoras más importantes del país», ha señalado el consejero delegad de la entidad.
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