Goirigolzarri dimitirá hoy como presidente de Caixabank
Su renuncia coincide con las presiones del BCE para que las presidencias de los bancos dejen de ser ejecutivas
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José Ignacio Goirigolzarri presentará hoy su dimisión como presidente de Caixabank. Una renuncia voluntaria a su cargo que coincide en el tiempo con las presiones del Banco Central Europeo (BCE) para que las presidencias de las entidades financieras dejen de ser ejecutivas, como es su caso. Así lo ha adelantado 'La Vanguardia' y ha podido confirmar este periódico por fuentes financieras. Tomás Muniesa, actual vicepresidente y consejero dominical en representación de Criteria Caixa, se perfila como posible sustituto.
El directivo debía ser renovado en la próxima junta de accionistas pero no esperará a ese momento y presentará hoy su dimisión en el consejo de administración que celebra la entidad de origen catalán. En ese cónclave se espera también que Caixabank nombre ya un nuevo presidente, aunque con funciones distintas a las que tenía hasta ahora Goirigolzarri.
De esta manera, el hasta ahora presidente pone fin a una etapa de algo menos de cuatro años en Caixabank. Se trata de uno de los últimos grandes representantes de Bankia en la alta dirección de la entidad y ahora, a sus 70 años, abandonará el cargo y el banco por decisión propia. El anuncio se produce a pocas semanas también de que el grupo presente su nuevo plan estratégico en el que se definirá el rumbo del grupo para los próximos años. Todo encaja, así, de cara a que el banco abra una nueva etapa en la que se prevé que Gonzalo Gortázar, el consejero delegado, concentre aún más poder.
Al momento de la absorción de Bankia, el equilibrio de poder en las altas esferas de Caixabank se pactó con el BCE, que aceptó una presidencia ejecutiva de Goirigolzarri, aunque con funciones limitadas a comunicación, auditoría interna, relaciones institucionales y gestión de los consejos. Con todo, ya en ese instante se dejaba claro que gran parte de los poderes, en especial lo relativo a negocio, quedaban en manos de Gortázar. Este último era el encargado, en realidad, de definir la estrategia y el rumbo del banco; así lo entendía también el mercado.
Con todo, su renuncia es algo voluntario, que coincide en el tiempo con la casi exigencia del BCE para que no haya presidencias ejecutivas en los bancos. Caixabank, así, daría un paso para ajustarse a las recomendaciones del supervisor, con lo que cabría esperar que el nuevo presidente entre al cargo ya sin las funciones ejecutivas que tenía Goirigolzarri. Fuentes financieras, aun así, señalan que el directivo podría haber optado por mantenerse en el puesto despojándose de las funciones ejecutivas pero que ha preferido dar un paso a un lado en lo que ha sido una sorpresa para muchos dentro de la entidad de origen catalán.
Por el camino, además, se cruzan unas recientes declaraciones del consejero delegado de Criteria Caixa, el primer accionista de Caixabank, en una entrevista en el mismo medio que ha adelantado la noticia. Ángel Simón destacó hace escasos días, preguntado sobre la separación de poderes ejecutivos de la presidencia de los bancos, que están «en línea» con lo que propugna el BCE.
Asimismo, ese deseo del BCE para que las presidencias dejen de ser ejecutivas no solo interpela a Caixabank sino que hay dos entidades españolas, las dos más grandes, que todavía mantienen en sus cargos a presidentes con esas funciones. Son Banco Santander y BBVA, a través de Ana Botín y Carlos Torres. De hecho, ambos concentran en sus puestos más funciones ejecutivas que las que aglutinaba Goirigolzarri.
Una vida en la banca
Goirigolzarri venía siendo presidente de Caixabank desde la absorción de Bankia pero su trayectoria en el sector viene de mucho más atrás. Es, prácticamente, uno de los históricos de la banca en España de las últimas tres décadas.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto, ingresó en el Banco de Bilbao y en 1994 pasa a formar parte del comité de dirección de BBV. En 2001 es nombrado consejero delegado del grupo BBVA, cargo que desempeñó hasta octubre de 2009.
En mayo de 2012 es elegido presidente de Bankia y de su matriz, BFA, ejerciendo como tal hasta marzo de 2021 cuando se produce la fusión de Bankia con Caixabank.
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