Yolanda Díaz propone subir el salario mínimo a 1.184 euros, la cuantía más alta recomendada por los expertos

Con este nuevo alza, el Gobierno opta por la mayor subida posible entre las planteadas por ese cónclave de analistas, que había plasmado en su informe un margen de entre el 3,4%, lo que hubiera supuesto 38 euros más al mes; y el 4,4% de tope, los 50 euros por los que finalmente se ha decantado Díaz.

Ahora, el Ejecutivo planteará esta medida en el seno del diálogo social, en una reunión este mismo miércoles en la que participarán los empresarios y los sindicatos. De ese encuentro -meramente técnico, en el que no participan los primeros espada de cada organización- saldrá una primera valoración, aunque las posturas son meridianamente claras: la patronal se niega a un incremento de 50 euros, que se suma a todos los realizados en los seis últimos años; y los sindicatos están de acuerdo con esa cuantía, e incluso apostaban por una mayor.

No se trata de una negociación como tal, ya que el Gobierno tiene la potestad legal para aprobar el cambio del SMI que considere oportuno. Pero por tradición política, se informa a los agentes sociales para que valoren la medida. No parece que Díaz vaya a modificar su propuesta de hoy, apuntan fuentes gubernamentales. Y, además, tampoco precisa el apoyo parlamentario ya que el salario mínimo no tiene que pasar por el aval del Congreso de los Diputados.

La vicepresidenta ha cargado contra «los neoliberales» que venían advirtiendo desde la primera subida relevante, de 2018, de que se iba a destruir empleo. «No ha sido así y lo ha demostrado la ciencia», ha apuntado. «No solo no hemos destruido a España sino que la hemos salvado», ha insistido en el acto de entrega del informe de expertos. «No destruimos empleo, mejoramos las condiciones laborales, hemos reducido desigualdades y hemos sido eficientes económicamente», ha intentado sentenciar.

Desde el año 2018, cuando Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno, el salario mínimo ha escalado desde los 735 euros al mes en los que se encontraba entonces hasta los 1.184 euros que acaba de confirmar el Ejecutivo. El primer salto fue de 164 euros, hasta los 900 euros en 2019. Después, los incrementos se han sucedido en 50, 15, 35, 80 y 54 euros el año pasado.

El Banco de España publicó un primer informe sobre el impacto de estas subidas del SMI desde 2018. Un texto en el que admitía que se habían podido dejar de crear más de 100.000 puestos de trabajo en España, sobre todo los vinculados a sectores como la agricultura o las empleadas de hogar, entre otros. De hecho, ATA sostiene que se han perdido 174.000 empleos por estas continuadas subidas de la renta mínima.

Sin embargo, Díaz no cuenta con el apoyo de la patronal para aplicar esta nueva subida. Los empresarios consideran que el impacto de subir no tanto el SMI en 50 euros al mes, sino los incrementos acumulados desde 2018, provocarán riesgos en el conjunto de los negocios. Un temor que se puede trasladar a la destrucción de empleo en determinados sectores al aproximarse cada vez con más velocidad el SMI al sueldo mediano (el que divide a la población en dos partes iguales).

Además, CEOE, Cepyme y ATA alertan sobre la subida de los costes sociales aparejada al nuevo alza del salario mínimo. Porque, indican, los 50 euros adicionales de este año, se convierten en realidad en más de 80 euros incluyendo las cotizaciones a la Seguridad Social. De hecho, con este último incremento propuesto por el Gobierno, el coste total de un trabajador que se encuentre en salario mínimo, incluyendo la remuneración bruta más las cotizaciones sociales, superará por primera vez en la historia los 1.900 euros al mes, repartidos entre 12 mensualidades, incluidas las vacaciones.