¿Qué efectos tiene el salario mínimo sobre la creación (o no) de empleo?
A finales de año se confirmará si sube en torno al 0,6% en 2014, tal como lo hizo este año.

¿Qué efectos tiene el salario mínimo sobre la creación (o no) de empleo?
A finales de año se confirmará si el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) sube en torno al 0,6% en 2014 , según la propuesta que maneja el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, y que ya se alzó en esa misma proporción durante este año. El tema del SMI, el viejo caballo de batalla económico, volvió a levantar una gran polvareda hace cuatro meses gracias a la receta propuesta por Luis María Linde, gobernador del Banco de España, para crear más empleo gracias a la flexibilidad laboral que generaría el permiso para contratar fuera de convenio, al margen del listón por lo bajo del SMI.
El Ministerio de Empleo y Seguridad Social define al SMI como «la cuantía retributiva mínima que percibirá el trabajador referida a la jornada legal de trabajo en cualquier actividad». Pero, ¿cómo afectan las subidas o bajadas (o la inexistencia) del salario mínimo al empleo?, ¿puede servir de acicate o incluso frenar la contratación?
«El salario mínimo se introdujo para evitar que el trabajador pudiera ser explotado u obligado a trabajar a un sueldo realmente bajo», explica José Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de Fedea y profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid. Además, se usa para «garantizar unos ingresos y para «indexar» otros, el llamado "efecto escalera"», amplía Juan Iranzo (director del Instituto de Estudios Económicos).
Conde-Ruiz apunta que el SMI «sólo afecta a la gente menos cualificada» y considera que puede servir como barrera de entrada para la contratación de los jóvenes, por lo que «repensaría un salario mínimo para los jóvenes, al igual que hacen en Francia», y que sería más bajo que el de los adultos. Javier Díaz-Giménez, del IESE Business School, coincide en que «cuanto más bajo, más se favorece la creación de empleo, y que excluye sobre todo a los jóvenes»; de hecho, afirma que «nadie se beneficia. Son las verdades del barquero y sé que en España rechina, pero no en Alemania. Allí ven que es la manera de progresar».
Para los sindicatos (CC.OO. y UGT) es «imprescindible» la mejora de los salarios para iniciar la senda de la recuperación y señalan que si no estos no mejoran no se impulsará el consumo y lamentan la incertidumbre generada sobre la posibilidad de que el SMI no recupere el poder adquisitivo perdido.
«Hay que tener cuidado con el salario mínimo porque puede fomentar que no se la contrate o que se haga en negro», añade Conde-Ruiz, argumento que justifica a través del precio de equilibrio entre lo que el empresario está dispuesto a pagar y entre lo que el trabajador está dispuesto a aceptar: «Si tú lo pones por encima vas a generar paro». Los sindicatos creen que si finalmente no se actualizara el SMI se «acenturá las desigualdades entre la evolución de las rentas del trabajo y las rentas empresariales».
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