BALONCESTO
Duelo decisivo en Burgos para reavivar o romper el sueño del ascenso directo
PRIMERA FEB
El Betis Baloncesto visita este sábado al líder de la Primera FEB, del que lo separan tres victorias a doce jornadas del final de la fase regular
El irreductible Betis Baloncesto también puede con el líder (90-89)

Al Coliseum, escenario de un sueño que se transformó en pesadilla, regresa este sábado el Real Betis Baloncesto para una cita que iguala o supera incluso en trascendencia a la del pasado 24 de enero, cuando se precipitó al vacío de la impotencia y la frustración frente al Monbús Obradoiro en las semifinales de la Copa de España. No tuvo pulso entonces el equipo, con una salida hipotensa, sin defensa, que lo dejó fuera del encuentro a las primeras de cambio y prácticamente en la lona en el ecuador. Todos aquellos garabatos que le costaron un duro rapapolvo son exactamente los errores que no puede permitirse hoy en su duelo con el San Pablo Burgos, indiscutible líder de la Primera FEB. Un rodillo que acumulaba nada menos que trece victorias ligueras seguidas hasta que la pasada jornada patinó en su visita al Centro de Tecnificación y sumó su segundo desliz de la temporada. En treinta partidos oficiales, el máximo candidato al ascenso directo sólo ha hincado dos veces la rodilla... una de ellas ante el Betis Baloncesto. En Sevilla cayó por 90-89, recuérdese la soberbia defensa verdiblanca en la última jugada para abrochar un épico triunfo, y en Alicante por un marcador prácticamente gemelo: 90-88.
Vigente campeón de la Copa de España, donde no tuvo rival para apuntarse el trofeo en su casa, el San Pablo Burgos, excepción hecha del borrón contra el Lucentum, puso hace muchas jornadas la velocidad de crucero hacia el ascenso directo tomando una ventaja respecto a sus principales perseguidores, el Movistar Estudiantes y el Flexicar Fuenlabrada, que se ha reducido a un solo encuentro. Así que sube la presión para los chicos de Bruno Savignani, pero también para la esforzada tropa de Gonzalo García de Vitoria, que este sábado está posiblemente ante su última oportunidad de ilusionarse con la posibilidad, remota parece, de superar a los tres primeros clasificados y subir de manera directa a la Liga Endesa. El premio gordo. El último tren pasa por el Coliseum. Ya no habrá más estaciones en las que subirse por mucho que, después de esta cita crucial, aún quedarán hasta once jornadas más de fase regular.
El partido se las trae porque, sin tratarse de una final, será una criba si hay traspié verdiblanco o un terremoto en el caso de que fuera capaz de hacer lo que nadie ha hecho hasta ahora: apagar la hoguera del Coliseum haciendo que su agigantado anfitrión tenga, por una vez, los pies de barro donde se ha fortificado y ya ha conquistado hasta un título. La empresa para el Betis es de una dificultad extrema y ahí debe radicar también gran parte de la cuota de su motivación. En convertir en realidad lo que, no siendo imposible, parece improbable. Hace ya muchas semanas que el Betis Baloncesto perdió la condición de favorito al ascenso directo. No figura en esa quiniela, ni tampoco revestirá esa condición en su visita al Coliseum, donde al equipo se le apagó el interruptor de la intensidad en el reciente duelo copero. Una de esas derrotas que duelen de verdad, dejan secuelas y no son fáciles de olvidar. Se quedan en el disco duro de lo que no debe repetirse.
Los exverdiblancos del San Pablo Burgos
En ese desagradable por deformado espejo debería mirarse el Betis antes de este partido, pero también en el del primer tiempo de la pasada semana contra el Gipuzkoa Basket. Qué poquita intensidad tuvo defendiendo con la mirada. Actuaciones en las antípodas de la que regaló en la primera vuelta, cuando al paso de la octava jornada se remangó de verdad para aguantarle el pulso al San Pablo Burgos y derrotarlo varias veces en el mismo partido hasta que la última y sobresaliente defensa le dio un importante triunfo sobre la bocina. Las dos veces que han caído los burgaleses, lo han hecho encajando 90 puntos y a domicilio. Datos clarificadores de la capacidad competitiva que les ha imprimido Bruno Savignani, el técnico brasileño que sorprendió a propios y extraños la pasada temporada en Sevilla. Al mando de uno de los grandes navíos de la Primera FEB, se ha confirmado en el presente ejercicio como un técnico de presente y, desde luego, futuro.
De su plantilla forman parte también otros tres exverdiblancos, Almazán, Wembi y Fischer. Se trata de un bloque soportado en pilastras como Corbalán, Cremo, Gudmundsson, Dani Díez, Fischer y Goloman. Es una plantilla más larga, con más centímetros y recursos, especialmente en el juego interior, que la del Betis. Pero también lo era en la primera vuelta porque el San Pablo Burgos mantiene la misma estructura. No ha tenido que moverse en el mercado. Al Betis Baloncesto le cabe un giro de tuerca más que agradecería para medirse a rivales de esta envergadura. Recuérdese que no pudo ganar al Estudiantes a domicilio ni tampoco al Fuenlabrada. Ahora suma cinco victorias seguidas, es cierto, pero ante adversarios de menos fuste. El de este sábado es harina de otro costal. Un peso pesado que te sacude con virulencia si no saltas a la cancha concentrado, con granítica mentalidad y la defensa con toda la cuerda dada.
En el Coliseum, el Betis no puede fotocopiar la primera parte que perpetró ante el Gipuzkoa Basket, encajando 50 puntos y dando facilidades de todo tipo, por dentro y por fuera, muy lejos del balón, como bien refirió Gonzalo García de Vitoria en sala de prensa. Que los guipuzcoanos arrasaran en el rebote (17 más atraparon) no fue cuestión de centímetros, sino de actitud, intensidad y colocación. Como no dispone de un jugador específico para esa tarea el Betis, debe ser un trabajo coral, colectivo, en el que todos participen, ya que las labores de derribo están asignadas fundamentalmente a Benite y Hughes, su demoledora pareja perimetral.
Silbö San Pablo Burgos - Real Betis Baloncesto
Ficha de la previa
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Silbö San Pablo Burgos: Cuevas (1,78, 1); Corbalán (1,93, 10); Cremo (1,93, 5); Stumbris (1,99, 23); Fischer (2,06, 40) -posible quinteto inicial-; Wembi (2,05, 5); Gudmundsson (1,95, 6); Almazán (2,00, 8); Barrera (1,95, 9); Dani Díez (2,03, 11); Goloman (2,10, 14); Lapornik (1,94, 31).
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Real Betis Baloncesto: Renfroe (1,91, 32); Benite (1,94, 8); Hughes (1,93, 3); Radoncic (2,02, 88); DeBisschop (2,06, 22) -posible quinteto inicial-; Cvetkovic (1,88, 4); Tunde (2,03, 7); Kasibabu (2,02, 13); Rubén López (2,02, 16); Jelinek (1,94, 25); Álex Suárez (2,06, 93).
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Árbitros: Ávila Zurita, Baena Criado, Adan Rodríguez.
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Hora y TV: 20.00 (app LaLiga Plus).
Imponer el ritmo
Defensa y rebote, defensa y rebote, es la letanía que debe resonar en la cabeza de los verdiblancos antes del partido. Y llevarla a la práctica. Al intercambio de golpes lo normal es acabar hecho pedazos en el Coliseum. Los bases visitantes son más experimentados y por su capacidad para imponer el ritmo y hacer que se juegue a lo quieran ellos pasan buena parte de las opciones del Betis Baloncesto. Que necesita un partido completo en lo intangible y lo tangible, en todas las métricas, si quiere mirar cara a cara a este San Pablo Burgos que querrá redimirse en casa del tropiezo en Alicante dándole un bocado más a la tarta del ascenso directo y, de paso, desalojando de la mesa a uno de sus comensales. De otro modo debe enfocarlo el Betis: tiene ante sí una oportunidad de oro para subirse a un tren en el que muy pocos fuera de Sevilla piensan a estas alturas que le corresponda estar.
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