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Familia pobre, mudanza a Sao Paulo y el buen ojo del Palmeiras: Endrick, la estrella que nació en YouTube
Criado en una familia muy humilde, el padre del delantero brasileño publicaba sus vídeos para atraer a los ojeadores
Ha roto récords en Brasil y, con 17 años, acaba de debutar con su selección. El próximo curso jugará en el Real Madrid
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Con solo 17 años y 3 meses, Endrick ha superado a Ronaldo Nazario. Al menos, en cuanto a precocidad con su selección. El joven delantero del Palmeiras, tras jugar diez minutos ante Colombia, debutaba el pasado viernes oficialmente como internacional absoluto, superando ... al que para muchos ha sido el mejor '9' de todos los tiempos, cuyo estreno con Brasil fue con 17 años, 6 meses y 2 días.
Un paso más en la corta pero prometedora carrera del futuro atacante del Real Madrid, destinado a convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo durante los próximos quince años. Él lo tiene claro. «No me gustaría verme envuelto en una polémica ni hacer nada que pueda ensuciar mi imagen. Por eso sólo trabajo y trato de no hacer ruido. Agradezco a Dios por haberme dado esta mentalidad, porque si tuviera otra quizás ya estaría perdido. Estoy fichado por el Real Madrid y estoy jugando en el mejor club de Brasil y de Suramérica y es responsabilidad mía mantenerlo», reflexionaba Endrick hace pocos días en una entrevista con TNT Sports.
En esa misma charla demostró que el Real Madrid ha contratado a un niño de 17 años con cabeza de 30. Un profesional intachable, pese a su imberbe edad, que solo tiene el fútbol en su cabeza: «Gracias a Dios he podido vivir muchas cosas y ver otras que le han pasado a algunos jugadores, que no quiero que me pasen a mí. Tengo que aprender de otras personas. Para ser sincero, odio la fiesta. No me gusta salir, la música. Tengo gustos más sencillos como ir a un restaurante a comer, jugar a los videojuegos con mis amigos y estar con mi familia».
Familia a la que debe todo, en especial a su padre, sin el cuál no estaría donde está ahora. Endrick Felipe Moreira de Sousa nació el 21 de julio de 2006 en Taguatinga, un distrito pegado a Brasilia. Antes lo había hecho Lavinia, su hermana mayor. El delantero también tiene un hermano pequeño, de solo cuatro años, Noah Gael. Familia de cinco miembros que completa la madre, Cintia, a la que mantenía Douglas, el progenitor, con sus pinitos en el fútbol profesional. De ahí sacó la pasión Endrick, inseparable compañía de su padre cada fin de semana, pero el talento de Douglas era limitado y tuvieron que tomar una decisión drástica. En 2017, la familia se mudó a Sao Paulo con la idea de una vida mejor, pero el camino hacia la meta fue duro, muy duro.
En la metrópolis brasileña, Douglas comenzó a ganar dinero como camarero en una terminal de autobuses y luego como vendedor ambulante de café en Barra Funda, el distrito anexo a Perdizes, donde se ubica el estadio del Palmeiras. Trabajos que le permitían dar de comer a la familia, pero poco más. Ni siquiera tenían para pagar el alquiler de la casa, así que en su tiempo libre Douglas grababa a Endrick y subía sus vídeos a YouTube con la esperanza de que algún ojeador viera el potencial de su hijo. Y así fue.
El Palmeiras apostó por él
Corinthians, Santos y Sao Paulo se interesaron por Endrick, pero ninguno ofreció una cantidad de dinero suficiente para, al menos, pagar los gastos de vivienda y manutención del chaval y de la familia. 150 reales al mes (unos 29 euros) es lo máximo que ofrecieron. Insuficiente, hasta que el propio Palmeiras le echó el ojo y mató dos pájaros de un tiro. Le ofreció 1.000 euros mensuales al chaval y al padre le dio trabajo como empleado de limpieza en las instalaciones del club.



Así fue como a los 10 años, Endrick entró en las categorías inferiores del club 'verdao' y su familia respiró, por fin, económicamente. Fue la meta de una historia de superación que en 2017 mudó completamente de piel para convertirse en la primera página de un libro que va para 'bestseller'.
Endrick marcó 165 goles en 169 partidos con los equipos de la cantera e hizo siete tantos en siete partidos en la Copinha de 2022, el torneo brasileño de promesas de gran fama mundial. Además, con 16 años, 2 meses y 15 días debutó en el Brasileirao, rompiendo el récord que hasta entonces tenía Vinicius, que lo hizo con 16 años, 9 meses y 29 días. También es el goleador más joven del campeonato, marcando su primera diana con 16 años, 3 meses y 4 días, y es el goleador más precoz de la historia del Palmeiras en la Libertadores, y el cuarto en total, al celebrar su primera diana con 16 años, 10 meses y 16 días. Récord tras récord que muestran el potencial de un delantero zurdo de 173 centímetros, imaginativo, con un escandaloso tren inferior que recuerda al de Roberto Carlos, una zancada inalcanzable, de técnica exquisita y un olfato de gol inagotable.
«Endrick siempre jugó en equipos con jugadores tres años mayores que él y siempre acabó siendo el máximo goleador. Eso es lo que nos hizo darnos cuenta de que habíamos acertado. Ya a esa edad tenía liderazgo y era muy profesional. Nunca ha llegado tarde a un entrenamiento y siempre es el último en irse», detalla a ABC Joao Paulo Sampaio, el responsable de las categorías inferiores del Palmeiras y artífice de su contratación. «Además, es un chico muy bueno, de educación ejemplar, algo básico en nuestra Academia. En Palmeiras contratamos a las personas y luego a los futbolistas. Sin lo primero es imposible que exista lo segundo. Tienen que ser buenas personas y buenos futbolistas. Es nuestro modelo de cantera», añade.
En diciembre de 2022, el Madrid anunció el fichaje de Endrick, por el que ha pagado 35 millones de euros fijos, 25 en variables y 12 más en impuestos, para un total de 72. Contrato de seis temporadas con un sueldo inicial de tres millones de euros e incorporación en julio de 2024, cuando ya sea mayor de edad. Una operación que contó con la alianza del jugador, madridista de cuna, como él mismo confiesa. «Mi ídolo era Cristiano y Vinicius me mandaba mensajes contándome cosas de allí. Solo quería cumplir el sueño de mi infancia y el de mi padre. Crecimos viendo al Madrid ganar varias Champions y Dios me dijo que mi camino era ir allí. Y eso he hecho».
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