El sol volverá a salir hoy
En los divorcios hay que conocer la versión de las dos partes y en el de Monchi y el Sevilla sólo tenemos los rumores de las suegras
Ramón Rodríguez Verdejo terminó por solucionar los flecos fiscales de su nueva relación contractual con los villanos del Aston; los brummies firmaron el cheque por tres millones de euros que, como cortafríos, cortaban sus cadenas; el Sevilla le agradeció a su ya ex los servicios ... prestados con un lacónico «gracias» y una foto con el último trofeo europeo conquistado, y fuese. El ocaso del sol acompañó la triste despedida del director deportivo. Pero volverá a salir hoy.
Se va el gran muñidor del Sevilla contemporáneo, el hombre que hizo brillar el proyecto de modernización por parte de José María del Nido Benavente y el que, bajo el mandato continuista de José Castro, consiguió dar aún más esplendor al club. No es posible explicar el aupamiento de los de Nervión a la élite del fútbol continental sin su trabajo y su compromiso.
Falta información contrastada ante el silencio de los protagonistas para saber qué ha ocurrido para que la entidad y el ejecutivo hayan bifurcado sus caminos en momentos de euforia para la afición, perpleja ante la exigencia del director deportivo de romper su contrato y por la impotencia del Consejo para hacerle cambiar de opinión. En los divorcios hay que conocer la versión de las dos partes y en este caso sólo tenemos los rumores de las suegras.
Habría que descartar que sea el dinero lo que ha movido a Monchi a dar el paso, como excluyo que en su fuero interno el ejecutivo se considere agraviado porque el club tomase decisiones ante la deriva de su gestión. Porque el de San Fernando ha acertado mucho desde que Roberto Alés le rogó que subiera a los despachos, luego a los altares del sevillismo, pero también ha errado bastante. Mucho en el último año, en que pasó de ser el salvador de todos a salvado por el último en llegar, José Luis Mendilibar.
El tiempo nos dará la auténtica medida de su aportación, como profesional y como sevillista, a la historia del club, en cualquier caso extraordinaria. Y él podrá calibrar lo no poco que la entidad le ha dado a él y que ahora será su mejor bagaje allá donde trabaje. Buen rugido en inglés.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete