Pimienta mima a Pedrosa por temor a que se rompa
El catalán ha sido sustituido en nueve partidos, siempre por algún problema físico o por evitar que llegue una lesión siendo el único lateral izquierdo
El Betis - Sevilla de la segunda vuelta ya tiene fecha y hora
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García Pimienta tiene los efectivos justos para tirar hacia delante con su Sevilla. El mercado invernal y algunas lesiones le han dejado un panorama aterrador cuando le toca mirar hacia su banquillo en este tramo de la temporada, a la espera de recuperar ... esas tres piezas que le permitan, cuanto menos, poder efectuar cuatro o cinco cambios que le den las garantías necesarias para terminar bien los partidos. Porque este Sevilla los termina con la lengua fuera y la sensación de que se le pueden casi siempre escapar los puntos o el punto amarrado en los últimos minutos, como ocurriese contra el Mallorca. El entrenador se ve en ocasiones obligado a inventar sobre la marcha por el estado físico de algunos de sus jugadores, a los que le llega la hora de detenerse antes de que el árbitro señale el final del encuentro. Y existe un caso que preocupa en Nervión, sobre todo al entrenador por lo peligrosa que resulta siempre su ausencia. Se trata de Adrià Pedrosa, quien tiene habitualmente en vilo a Pimienta al ser una de las posiciones del equipo sin sustituto natural.
Mucho se ha hablado de la reclamación directa del entrenador del Sevilla sobre la incorporación de un lateral izquierdo en enero, elevando el tono una vez que el club había decidido que no era prioritario y ya se había cerrado la posibilidad de incorporar un elemento necesario a su plantilla. No es un tema de falta de confianza hacia el lateral catalán o un pensamiento de que el Sevilla, con su situación financiera actual, pusiese optar a un futbolista que llegase con la vitola de titular para el costado izquierdo. El problema que barruntaba el técnico catalán y que está tratando de impedir es que su único lateral izquierdo de la plantilla se caiga del equipo por lesión. Es por ello por lo que lo mima en extremo, más que a otros compañeros, quitándolo incluso del terreno de juego en cuanto el jugador le hace algún tipo de gesto al banquillo. En Vallecas, sin ir más lejos, sacó a Pedrosa del campo en el tramo final y casi le cuesta el partido. Saúl hizo las veces de lateral izquierdo, perdiendo la marca a su espalda y provocado la ocasión más clara del Rayo en los últimos minutos, en un cabezazo de Guardiola que se marchó fuera.
El dato con Pedrosa es claro: ha jugado 18 partidos como titular (más dos saliendo desde el banquillo) y en la mitad de ellos ha decidido su entrenador que debía ser sustituido por un compañero. La complejidad se centra ahora en encontrar a ese futbolista en la plantilla que pueda reemplazar a Pedrosa. La lógica marca que sacar a un central y mover a Kike Salas es la única vía posible, aunque desde el club insisten en que se puede seguir tirando del filial o del propio Carmona, quien ha jugado algún encuentro por la izquierda. Una solución de urgencia y también efectiva.
Trata Pimienta de manejar lo mejor que puede esta situación. Pedrosa es un futbolista de grandes y largos esfuerzos, debiendo salir de zona constantemente para sorprender al rival. Termina los partidos casi sin aire y, encima, su físico le avisa de posibles problemas musculares. Ya pasó, justo el año que quedaba libre por el Espanyol e iba a firmar por el Sevilla, por una larga recuperación de una lesión de pubis que en su momento quedó olvidada, pero que cuerpo médico y técnico siguen teniendo en cuenta. Jugando una vez por semana no existe el mismo riesgo para Pedrosa, pero aun así se le mima para que no se termine rompiendo. Porque la solución a la ausencia del catalán tiene también nombre y apellido de jugador titular, como es Kike Salas. El de Morón está creciendo junto a Badé en el centro de la defensa y no se desea perturbar este estado de forma con un nuevo movimiento hacia el costado, donde ha demostrado sentirse fuera de lugar. De hecho, su error en Vallecas, con un pase atrás que casi cuesta un gol, es en una recuperación por tapar el hueco de Pedrosa, con una cesión irresponsable hacia el portero en esa posición tan alejada.
Titularidad sin competencia
Uno de los problemas que antes detectan los entrenadores en ciertos futbolistas es su bajada de nivel en cuanto no sienten que le pueden quitar el puesto. El ejemplo claro en el actual Sevilla es Isaac Romero, quien no sólo sufre en el estilo de este entrenador, sino que sabe a la perfección que no hay en la plantilla un jugador que le haga sombra. Algo parecido sucede con Pedrosa. Valentín Barco duró menos de un mes en los planes del preparador nervionense tras darle la camiseta de titular nada más que se bajó del avión que lo traía de Brighton. Unos partidos donde Pimienta comprobó el nulo compromiso defensivo de un jugador que se había hecho lateral ya con unos años, además de considerar el propio argentino que su estatus en el Sevilla debía ser el de un referente. Todo saltó pronto por los aires demasiado pronto. Y, encima, no se le buscó un sustituto.
Porque en el curso pasado, todavía con los sevillistas compitiendo en Champions, los problemas físicos reiterados de Marcos Acuña le abrieron las puertas del once inicial con todos los entrenadores. Es cierto que cuando el argentino podía ser de la partida, sus entrenadores no dudaban en alinearlo. Acuña era titular indiscutible cuando estaba para competir, lo que no quitó que Pedrosa jugase por encima de lo esperado, con cerca de 2.500 minutos, diluyéndose un poco en el tramo final, donde Acuña sí puedo encadenar varios partidos. Ahora nadie le hace sombra. Sólo siente la de un entrenador más pendiente que con otros compañeros. El Sevilla ha corrido un riesgo en el lateral y Pimienta trata que no salte todo por los aires.
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