Cuando Jesús Navas no estaba en los derbis

Al palaciego, ahora, le toca vivir el partido del año en Sevilla como un seguidor más, sufriendo desde la tribuna, aunque sin poder disimular la leyenda viva que es. Porque no hubo y quizás no habrá otro canterano de la carretera de Utrera con tantos títulos a nivel de club y de la selección española. Una carrera única, jalonada de éxitos que lo han convertido en un símbolo para varias generaciones de sevillistas. Habrá que ver cómo suple el club su peso emocional en los derbis. Esa cara desencajada del niño perfecto contra el enemigo número uno… porque su figura siempre ha sido central en los choques contra el Betis. Como su entrega y su pasión, como el brazalete, como esa velocidad endiablada por la banda derecha que a partir del domingo buscará heredero en los enfrentamientos cainitas ante el vecino verdiblanco.

El agujero es profundo. Navas es el futbolista con más participaciones en el derbi sevillano, superando incluso la marca de otro legendario como Joaquín Sánchez del Real Betis. Esta longevidad y su constante presencia en las alineaciones titulares a lo largo de dos décadas (salvando su paréntesis también glorioso en Inglaterra) retratan la grandeza sostenida de Jesús Navas para el Sevilla FC en los duelos hispalenses. Incluso en la etapa final de su carrera, lidiando con insoportables dolores en la cadera, exhibió su rendimiento y puso siempre por delante su deseo de participar en el derbi demostrando un compromiso inquebrantable con el equipo y la afición del Sevilla FC. Así vivió su último derbi el pasado mes de octubre, sustituyendo a Isaac Romero en el minuto 72 para dejarse la piel por el escudo y remar con los suyos hasta la victoria final (1-0) en un encuentro cargado de emotividad por ser su último partido contra los béticos.

Pablo Alfaro, recordado capitán sevillista, dio por sorpresa la charla motivacional al equipo antes de ese último derbi, un duelo que quedó para la historia como el 'Derbi de Navas'. Porque todos quisieron dedicárselo al palaciego. El exdefensa maño ensalza en ABC de Sevilla la carrera de un mito al que vio irrumpir directamente en la élite: «Jesús ha batido todos los récords. Es quien más derbis ha jugado. Sus números como leyenda que es del fútbol nacional e internacional y gran entendido en derbis de rivalidad sevillana es uno de los mejores ejemplos. El último derbi que se jugó fue su último derbi y entre todos creo que conseguimos ese plus que siempre se necesita por dedicárselo a él», rememora con una amplia sonrisa Pablo Alfaro.

La inigualable trayectoria de Jesús Navas en el derbi sevillano se extiende a lo largo de 28 encuentros oficiales disputados con la elástica blanquirroja. Su primer derbi se remonta a mayo de 2005, marcando el inicio de una época dorada en Nervión más allá de los enfrentamientos con el eterno rival de la ciudad. Con el Duende de los Palacios en el campo, el Sevilla FC logró la victoria en 12 derbis, una cifra más que llamativa para el currículum de un solo jugador. El balance del canterano se completa con 10 empates y 6 derrotas, arrojando así una estadística poderosa que subraya su influencia positiva en el rendimiento del equipo sevillista en estos partidos de alta exigencia a lo largo de su extensa carrera.

La ausencia de Jesús Navas este domingo, como poco, arranca a los sevillistas un símbolo que siempre transmitía garra, experiencia y un profundo sentido de pertenencia. Navas dominaba incluso la parte más complicada de este difícil juego entre Sevilla y Betis: el respeto y la admiración hacia su figura trascendiendo incluso la rivalidad, como se pudo observar en los mensajes de aficionados béticos tras el anuncio de su retirada o la ovación que recibió en el Villamarín el día del homenaje a Joaquín. El reconocimiento es del mundo del fútbol en general. Por todo ello, el Sevilla FC mide su historia y su intensidad en un derbi sin Navas. La prueba es de aúpa el domingo.

«A ver si su espíritu lo tenemos también presente el domingo en el Benito Villamarín», desea Pablo Alfaro en su charla con ABC de Sevilla. Un Pablo Alfaro que formaba parte del plantel del Sevilla FC que jugó y ganó el último derbi antes de que Jesús Navas se estrenara en los partidos de la eterna rivalidad hispalense. Hablamos del Sevilla-Betis (2-1) del 19 de diciembre de 2004 en el Sánchez-Pizjuán. Los goles de Dani Alves y Javi Navarro sirvieron para neutralizar el único tanto verdiblanco de Fernando y los tres puntos se quedaron en Nervión en un derbi que quedó para la historia por el incidente de las camisetas que hizo que el partido empezara 45 minutos tarde. La excesiva agudeza visual del colegiado Teixeira Vitienes generó el sainete. Entendió que se podía confundir una camiseta verdiblanca con una blanca y obligó al Betis a jugar de verde, con los que los heliopolitanos tuvieron que ir a buscar su segunda equipación a escasos diez minutos del pitido inicial.

También jugó aquel 'Derbi de las camisetas', previo a la era Navas, otro canterano como Antoñito: «Jesús ha marcado la historia más gloriosa del Sevilla, ya no sólo por los títulos, ha sido el que más derbis ha jugado. Ha sido el que más ha ganado y yo creo que Jesús es historia viva del Sevilla por todo, por su manera de ser, de transmitir los valores... nunca se ha metido en un lío. Ya nosotros en aquella época tuvimos la suerte de ganar muchos derbis, y de no perderlos, que era importante, porque era la época de bonanza de ellos, pero nosotros competíamos y salíamos a jugar y a ganar cada partido que se nos iba la vida en ello», relata el exdelantero a ABC.

Otra percepción, no menos pasional, transmite Esteban Suárez, el que fuera portero del Sevilla FC en aquel 'Derbi de las camisetas'. Esteban, asturiano, quedó prendado con la atmósfera especial de estos partidos desde el primer momento. «Yo debuto contra la Real Sociedad y mi siguiente partido con el Sevilla, mi presentación en casa, es un derbi. Empatamos a dos. Rápidamente, te das cuenta de la importancia, de lo que es una ciudad dividida. Desde que sale la fecha del derbi, ¡no se acaba nunca! Es muy importante ganarlo pero sobre todo es fundamental no perderlo. Me impresionó mucho ver una ciudad tan dividida. Al no ser sevillano, yo tenía la ventaja de poder aislarme un poco y no estar tanto en el foco como otros compañeros. Con todo, un día me dijo una mujer por la calle 'no la cagues en el derbi porque es tu sentencia'. Es así. En el derbi es muy difícil pasar desapercibido. O eres héroe o eres villano. No se me olvida tampoco aquel derbi de las camisetas. El Betis tuvo que ir a su estadio a buscar la equipación y nosotros, mientras, al vestuario… si no hay polémica, no es un derbi. Y me quedo, por su puesto, con la motivación de Caparrós. Ahora veo que sigue haciéndolo desde fuera. Era único motivando. Como decía él, nos inyectaba sangre en los ojos. Muy de Caparrós. Ciertamente salíamos muy motivados». Y es que a pesar de la marcha de una leyenda como Jesús Navas, la rivalidad entre Sevilla y Betis perdurará siempre, como la irreductible pasión de su gente.