Isaac y Juanlu lideran la nueva era en Nervión

No le ha permitido al preparador catalán en sus primeras cuatro comparecencias, pese a dejar buenas sensaciones puntuales que contrastan radicalmente con la pobre renta de dos puntos de doce posibles, conseguir el primer triunfo de la temporada 2024-25, escenario por el que Nervión suspira y espera que no se dilate más allá de la prueba ante el Getafe, que es la siguiente piedra en el calendario, en una cita que se disputará el sábado 14 de septiembre en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Y para ello se espera que García Pimienta siga engrasando una maquinaria ávida de victorias que devuelvan la confianza que él mismo demuestra tener en su plantilla cada día. Tras un fin de semana de desconexión, se espera que a principios de la semana arranque nuevamente el minutero del cuadro nervionense con miras a ese duelo frente al cuadro azulón, que debe evidenciar el hambre de un grupo que sólo ha sumado en dos partidos y ninguno de ellos ha sido en casa. Es imperativo, pues, despertar en Nervión.

Del calor en los hogares va precisamente una de las determinaciones que tanto el club como su técnico tuvieron claro tomar a la hora de conformar este Sevilla en construcción: en tiempos de precariedad, había que tirar de lo quienes soñaban con tirar la puerta abajo. De ahí que vengan teniendo especial protagonismo, entre un reguero de jóvenes, entre los que se encuentran Alberto Flores, Kike Salas y Pedro Ortiz —el último en obtener ficha del primer plantel— dos nombres propios bien conocidos por los sevillistas como son Isaac Romero y Juanlu Sánchez, los dos ya asentados en el primer plantel blanquirrojo, que buscan proyectarse no sólo en los planes de García Pimienta, sino también a la hora de dotar al cuadro sevillista de una personalidad propia, ya sea en el lateral derecho, en el centro del campo ahora tan vulnerable por las bajas o en la zona de ataque, de la que de momento se ve desprovisto de socios el lebrijano.

La idea planteada en su día también incluía licencia de primer nivel para el nazareno, pero finalmente Juanlu quedó inscrito con ficha del Sevilla Atlético y ahora apunta tras acumular más experiencia como lateral con la sub 21 a continuar con el plan marcado hace meses a fin de que la despedida de Navas duela menos en el frío diciembre. De hecho, en un congreso entre profesionales que tuvo lugar en Madrid poco después de que España se proclamase campeona olímpica, la dirección deportiva blanquirroja, a través de Gaby Ruiz, uno de los colaboradores más estrechos de Víctor Orta, fue preguntada por emisarios del Manchester United que siguieron con interés el excepcional torneo que firmó Juanlu, a quien el Sevilla además le ha concedido un premio al mejor jugador del mes de agosto como colofón por su medalla de oro. Nada más sucedió desde entonces ni hubo ofertas por él, pero sí quedó patente dicho interés entre representantes de ambos clubes.

Por otro lado, es la del compañero de Isaac arriba, como otrora funcionó con En-Nesyri, una de las grandes exigencias que parte del sevillismo le hace ver a su nuevo entrenador. El 4-2-3-1 en la última contienda no sólo dejó al Sevilla sin apenas opciones a la hora de generar superioridad en la vanguardia, sino que tampoco ofreció esa sensación de solidez en la medular teniendo en cuenta que fueron hasta tres los medios que dibujó el entrenador en la sala de máquinas: el doble pivote con Agoumé y Lokonga y un Juanlu que sigue rememorando sus primeros pasos en la cantera en la zona de la mediapunta, surtiendo de balones a Isaac, a la par que se trata de redefinir el balance goleador de un equipo que necesita referencias arriba. De ahí que haya sido el propio lebrijano quien haya tomado algunas iniciativas con respecto a la disciplina de su propio trabajo, como con su forma de hacer grupo, aspecto que viene sorprendiendo sobremanera a la plantilla y el cuerpo técnico.

El joven delantero de Lebrija aún no ha estrenado su cuenta tanteadora, pero parte de la afición denota que al igual que sucedió en su etapa en el filial, donde formó una dupla fantástica en su día con Iván Romero, ahora se le busque acompañante. Sin ir más lejos, en la visita a las Islas Baleares para medirse al Mallorca, fue Isaac quien invitó a todo el grupo a unas ensaimadas típicas al término del encuentro, sin señalar en ningún momento que fue él quien quiso tener dicho detalle con la plantilla. Lo hizo para hacer piña. Circunstancia que no deja de pasar de lo anecdótico, pero que unido al comportamiento que mantiene con las nuevas voces que buscan liderar ese vestuario deja entrever el paso adelante de quien está llamado no sólo a vestir el dorsal 7 del Sevilla, sino a demostrar por qué se le dio dicho número.

Algo parecido sucede con Juanlu, en quien García Pimienta busca depositar la responsabilidad de acercarse al gol mediante el juego de posesión. Así, tal y como recogían la cámara del Chiringuito de Jugones, en LaSexta, el polivalente jugador sevillano, mientras prosigue atendiendo a la sub 21, establecía que hay razones de sobra para seguir trabajando en darle la vuelta a la situación. «Yo creo que ahora mismo es normal que estén un poco preocupados. Como te he dicho, los resultados no están siendo los mejores, pero se nota que cada vez que jugamos en casa ellos están con nosotros y al final eso es lo que necesitamos nosotros para sacar la cosa adelante», admitía, cuestionado por el apoyo de la afición. No tenía reparo alguno el de Montequinto en definir el sevillismo como una forma de vida. «Al final, el que es sevillista va al colegio todos los días con la camiseta del Sevilla. Mi familia es del Sevilla, entonces yo desde chico, sevillista». Hacía igualmente alusión a lo que supondrá que Navas cuelgue las botas. «Bueno, al final yo creo que va a dejar un vacío muy grande, porque Jesús es alguien que lo ha ganado todo con el Sevilla. Yo admiro mucho a Navas. Todos los que estamos ahí ahora en el primer equipo hemos crecido viendo a Jesús Navas, entonces le tenemos un respeto y sobre todo una admiración enorme», sostenía.