Sevilla FC
El incierto mercado invernal del Sevilla Atlético
El club sopesará a raíz del parón liguero si hace cambios en la plantilla del filial sevillista, penúltimo clasificado del Grupo 4 tras sumar seis puntos de 30 posibles
El resultado de los zocos anteriores demuestra que al área de scouting que dirige Emilio de Dios no le queda ya margen para ningún error
El Sevilla piensa profundamente si debe o no realizar sensibles modificaciones en el próximo mercado invernal en la plantilla del Sevilla Atlético, después de la desastrosa entrada del filial sevillista en la cuarta división del fútbol nacional, Segunda Federación, a la que fue ... relegado hace meses tras su descenso en su primer año en Primera RFEF. A cinco puntos de los puestos marcados en rojo, el filial es el penúltimo clasificado del Grupo 4 con seis puntos de 30 posibles, al igual que el Recreativo Granada, colista, al cierre de las diez primeras jornadas, prácticamente un tercio del campeonato, y todavía no hay decisión en firme por parte de la dirección general deportiva y el departamento de scouting, a la espera de que el equipo tenga algún atisbo de respuesta de aquí a Navidad . Sí existe desde ya una profunda reflexión que podría incluso tumbar temporalmente la filosofía de los rectores sevillistas de que apostar por lo joven y canterano en escenarios tan arriesgados pueden tener terribles consecuencias como las que ya se está pudiendo constatar.
Al igual que los de Jorge Sampaoli, que ya disfrutan de nueve días de descanso, Antonio Hidalgo ha dado tiempo atrás asueto a los suyos debido a que el pasado fin de semana no ha habido competición con motivo de la celebración de la primera ronda de la Copa del Rey. Tras varios días de ejercicios, no será hasta el domingo 20 de noviembre cuando regresarán los pupilos nervionenses, en esta ocasión recibiendo al Mar Menor, tercer clasificado del grupo, en el estadio Jesús Navas a partir de las 11.30, sabiendo que cuentan con la baja segura de fichas como la de Oso, que no pasará por quirófano tras su lesión de rodilla, y Nacho Quintana. Pero las lesiones no están siendo un problema tan grave para este equipo como sí lo era la campaña pasada.
A nadie se le escapa que la situación es muy preocupante para la entidad blanquirroja, que a los problemas de acondicionar un nuevo marco competitivo del primer equipo sevillista se le une la obligación de sacar al equipo de los puestos de descenso de Tercera Federación cuando antes. Gustan las maneras de entrenar y sobre todo el mensaje que transmite un Hidalgo que a diferencia de Alejandro Acejo , se ha mostrado reflexivo y crítico en sus ruedas de prensa con la actitud de sus propios jugadores sabiendo que todos pueden tener mucho más rendimiento del que se está obteniendo, con dos victorias en diez partidos y ningún empate, contándose las ocho citas restantes por derrotas. Sin embargo, la gran dificultad de trasladar las buenas sensaciones en la dinámica de trabajo a los resultados deja los cuatro primeros partidos de Hidalgo al frente del vivero blanquirrojo con un desagradable balance de tres derrotas y una sola victoria, la conseguida ante el Recreativo Granada, desde que el técnico de Granollers está a los mandos. Pero la reflexión global, al igual que con Acejo, se puede leer sin necesidad de mirar entre líneas: hay más entrenador que plantilla.
Sin inversión en verano
En términos estadísticos, el filial sevillista tan sólo ha hecho ocho goles, habiendo recibido catorce, con una sensible falta de olfato goleador en las botas de delanteros que estaban llamados a ser futbolistas de peso este curso, como Diego Talaverón o Nacho Quintana. Ascendieron Ismael Salguero, Antonio Arcos y Alberto Flores. Y llegaron Ramón Martínez y Oso, todos ellos libres y sin coste por traspaso para el Sevilla. Habla a las claras que sus máximos goleadores sean Valentino, lateral diestro, y Carlos Álvarez, que es mediapunta, sin una autoridad rematadora que cargue a las espaldas con el gol de este equipo como lo hacían el curso pasado Iván Romero (6) o Luismi Cruz (5), hoy cedidos sin haberse cerrado relevos fiables en este plantel que sufrió nada más y nada menos que once salidas, algunas con muchos minutos a sus espaldas, como Juan María Alcedo, Zarzana, Alfonso Pastor o Luismi Cruz, más allá de José Ángel y Kike Salas, a caballo ahora con Sampaoli. Ninguna de ellas se ha contrarrestado con eficacia.
No está demostrando el Sevilla, a través del área de scouting que dirige Emilio de Dios , uno de los brazos de confianza de Monchi, saber encontrar tanto esta liga como las pasadas sustitutos válidos para encarar una Segunda Federación que ha sorprendido a todos. También a otros valores que deben ser los que ondeen la bandera del esfuerzo, como Capi, Lulo o Pedro Ortiz, veteranos ya en este vestuario. Aparte de las graves lesiones que tuvieron, ni Ismael Armenteros ni Xavi Sintes , pese a la continuidad ahora del centrocampista, no han ofrecido el resultado que se esperaba de ellos. Ni tampoco dan el nivel Musa Drammeh o David Sanstisteban, ya en Lepe, que salió de revulsivo en 23 partidos y sólo marcó un gol. El de Mataró, por su lado, sólo tiene una diana entre la campaña pasada y lo que lleva jugado de la presente. Números que suponen nuevos fracasos a la hora de escoger talento. Por no hablar de los dos otros activos que llegaron junto a Oso: Leo Mascaró y Juancho Villegas , con apenas participación e incluso con mayor incidencia en el C en el caso del defensa central. Signo incluso aún más preocupante, porque quiere decir que lo que se ficha no garantiza la confianza de los entrenadores que finalmente van a alinearlos o no.
No es fácil saber a estas alturas de qué calado será la transformación deportiva que vivirá el vestuario franjirrojo, donde existen ya jugadores que quieren marcharse y tomar la siguiente salida desde la carretera de Utrera. Quedan cinco partidos hasta el parón navideño que son ciertamente finales para sacar al Sevilla Atlético del pozo y evitar dramas que nadie quiere escuchar como sería un posible doble descenso que haría además dar un nuevo paso atrás para el Sevilla C, que militaría en un hipotético en categoría regional. Ni con qué línea empezar, porque desde la portería, tras los errores de altura de Alberto Flores y Matías Árbol en las últimas comparecencias, sumadas a las constantes errores de la primera zaga, y la falta de pegada arriba, suman de momento un cóctel fatal para la digestión de un filial que necesita una reacción inmediata de su equipo en el campo, o de sus responsables de captación en invierno para no errar más tiros.
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