Motogp
El futuro de Marc Márquez en entredicho: la Honda toca fondo
«Estamos en la mierda», reconoce Alberto Puig, director de la fábrica japonesa
«Necesito rehacerme física y mentalmente», confiesa el piloto, que reflexionará durante las vacaciones estivales sobre qué hacer próximamente
Bagnaia gana en Assen una accidentada carrera
«Ahora estamos hablando de errores porque estamos en la mierda. Pero hemos hecho también cosas buenas. Creo que si miras hacia atrás, en 2020 tuvimos el Covid, a Marc lesionado, y a partir de ahí hemos tenido una cuesta abajo». Así definía Alberto ... Puig, director de Repsol Honda, la situación de la fábrica japonesa después de que se confirmara la ausencia de Marc Márquez en la carrera del domingo. El piloto catalán, que ya ha sufrido 14 caídas esta temporada, empeoró su estado físico tras dos incidentes este fin de semana (se cayó en la FP2 y el la Q1). Llegaba magullado a Assen tras las cinco caídas que sufrió el Sachsenring, que se saldaron con la fractura de la falange de la mano izquierda y una contusión en el tobillo derecho, aunque pruebas posteriores a su llegada a Madrid desvelaron también una fractura intercostal. Precisamente esta costilla fue la que le impidió correr en Assen por desplazarse la fisura hacia arriba, con riesgo de perforar la pleura.
Ya son cinco carreras las que se ha perdido este año. A la de Assen hay que sumar las de Argentina, Austin, Jerez y Alemania. Una situación que se extiende al resto de pilotos de la moto alada. Joan Mir, que también se cayó en Le Mans, sufrió una fractura del quinto metacarpiano de la mano derecha en Mugello durante los libres del sábado. Desde entonces no ha vuelto a correr. Igual que Álex Rins, que en la carrera al esprint en Italia se fracturó tibia y peroné.
«Cuando tienes a tres pilotos lesionados con los problemas técnicos que estamos teniendo, cambiarlo de hoy para mañana creo que no va a ser posible. Estamos encarando problemas no sólo este año, también en los anteriores y por eso no está siendo fácil. Está claro que no podemos encontrar todavía una solución y no es que no lo estemos intentando, es que no estamos llegando al punto de poder solucionarlo», reconocía Puig, que no pone paños calientes a la hora de hablar sobre las posibles soluciones y la dificultad para solventar los problemas de la RC213V durante este parón estival.
La competición se retoma el primer fin de semana de agosto. Más de un mes para que Márquez cargue pilas y se recupere. «Necesito rehacerme física y mentalmente y en lo único que me apoyo es en el tema personal, arropado por mi gente», explicó antes de regresar a Madrid. «Este descanso de cinco semanas por el parón veraniego me viene como anillo al dedo. ¿Mi futuro? La experiencia dice que no hay que tomar decisiones en caliente. Cuando esté listo el proyecto se ganará y ahora no está listo y tienes que asumir muchos riesgos», añadió.
Precisamente, el futuro de Marc es uno de los temas que están sobre la mesa. El propio piloto ya dejó caer hace unas semanas que si no veía signos de recuperación en Honda no descartaba otras medidas, aunque tiene contrato hasta 2024. Sobre este aspecto también se refirió Alberto Puig: «Tengo que pensar que sí seguirá, porque tenemos un contrato, pero sobre esta pregunta tengo que decir que creo que cada persona es libre de hacer lo que quiera en la vida, y Honda no es una compañía que quiera tener a gente que no esté contenta. Por supuesto, tenemos un contrato con él, pero también Honda respeta mucho a Marc y quiero pensar que sí, que va a seguir, basándome en el contrato, pero no tengo una bola mágica».
Puig justifica el malestar de Márquez pero también trata de explicar los problemas que se encuentra en la fábrica. «La situación de Marc ha sido muy complicada desde el punto de vista de un piloto por su lesión, pero también desde el punto de vista de la compañía no ha sido fácil para nuestros ingenieros, para poder moverse entre Japón y Europa. Se han tenido que quedar en Europa, no han podido desarrollar la moto como solían hacer en el pasado, sin intercambiar demasiada información… En la competición las diferencias son muy pequeñas, y en nada pierdes dos décimas, luego cuatro, y después eres historia. No creo que haya sido por un momento particular, sino una suma de coincidencias que nos han traído hasta aquí», explica.
Un calvario que comienza en Jerez 2020
Hay que recordar que el calvario de Marc Márquez comenzó en Jerez 2020, la primera carrera del año, el 19 de julio, que se disputó en el circuito español tras modificarse el calendario a causa de la pandemia. El piloto sufrió una dura caída en la que se partió el húmero, lo que ya le hizo perderse la temporada y pasar dos veces por el quirófano. En 2021, el piloto logró reincorporarse en abril en el GP de Portugal. Disfrutó de una victoria en Sachsenring (Alemania) después de 581 días sin ganar una carrera. Se subió por segunda vez al podio al terminar segundo en el GP de Aragón tras perder una dura batalla con Francesco Bagnaia. En octubre sumó dos victorias más: en Austin y en Misano, coincidiendo con la proclamación de Quartararo como campeón de MotoGP ese año. También tuvo varias caídas, una de ellas le afectó un ojo.
Parecía que 2022 sería el año de su regreso pero a finales de 2021 sufrió un accidente practicando motocross, lo cual le hizo perderse los dos últimos grandes premios de la temporada anterior y reapareció en Catar, el fin de semana del 4 al 6 de marzo, donde llegó quinto a la meta. En los entrenamientos en Indonesia sufrió una impactante caída que le reprodujo sus episodios de diplopía (visión doble) y a finales de mayo decidió operarse por cuarta vez del brazo para solventar todos los problemas. Fue quemando etapas y cumpliendo plazos con el objetivo de comenzar el 2023 en plenas condiciones. No obstante, esta temporada ya se ha podido comprobar que la inestabilidad de la moto no le permite ser competitivo. Es más, pone en riesgo su integridad, como demuestran las 14 caídas sufridas y las múltiples lesiones padecidas. Solo ha participado en tres carreras largas y no ha acabado ninguna de ellas.
Y por lo que se desprende de Honda no parece que vaya a haber una solución a corto plazo. Si sus seguidores creen que Silverstone puede ser el punto de inflexión tras cinco semanas de parón en los que la fábrica japonesa puede evolucionar la moto, se darán de bruces con la realidad. Al menos así lo advierte Alberto Puig. «El tiempo que tenemos no es mucho y por mi experiencia, creo que puedo decir que estamos bastante atrás, es obvio, no hay dudas, así que solucionarlo de aquí a dos meses, siendo franco, no va a ser algo fácil de lograr», apuntó el ejecutivo de Honda, quien recalcó que «está claro que si no lo intentas no puedes saber si puedes lograrlo, pero hay que ser muy muy optimista para pensar que vamos a tener una moto que rinde a alto nivel en dos meses».
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