NFL

Los Chiefs de Mahomes y Kelce consolidan su dinastía y se llevan su tercera Super Bowl en cinco años

Fútbol Americano

El equipo de fútbol americano ha llegado a la final de la NFL tres veces y la ha ganado dos

Rihanna vuelve a los escenarios: su actuación en la Super Bowl la encumbra a lo más alto

De Rihanna a la victoria de los Chiefs, las mejores imágenes

Mahomes contra Hurts: dos estilos en una Super Bowl histórica

Patrick Mahomes celebra tras ganar la Super Bowl 2023 reuters

Javier Ansorena

Corresponsal en Estados Unidos

Los Kansas City Chiefs se confirmaron este domingo por la noche -madrugada del lunes en España- como la dinastía contemporánea del fútbol americano. El equipo liderado por el ‘quarterback’ Patrick Mahomes y el receptor Travis Kelce logró en la Super Bowl de Las Vegas una victoria sufrida ante San Francisco 49ers, un equipo con muchas más armas ofensivas, pero que no supo aprovechar sus oportunidades.

Los Chiefs lograron forzar una prórroga después de ir durante buena parte del partido a remolque. Tras una temporada mediocre, igual que fue su desempeño en la primera parte de la final, Mahomes fue el dueño de la última posesión y demostró que, en los momentos decisivos, es el mejor. Llevó a su equipo hasta el ‘touchdown’ -anotación- definitivo y levantó la tercera Super Bowl para los Chiefs en cinco años (25-22).

“Preparaos para que os entretengan”. Eso rezaban justo antes del partido las pantallas gigantes del Allegiant Stadium, que tiene el apodo de ‘Estrella de la Muerte’, la casa de Darth Vader. Y todo fue muy entretenido -las ‘fan zones’, la explosión de camisetas y gorras por los pasillos, los vídeos, las canciones, el himno, el piinchadiscos- hasta que empezó la batalla en el terreno de juego. El juego fue todo lo contrario que la gran mayoría de los que llenaban el estadio (las entradas en el gallinero se han vendido a ocho mil dólares esta semana): pobre.

La pelota arrancó en manos de los 49ers y los de San Francisco no dudaron en mostrar cuál sería su arma favorita: el ‘running back’ Christian McCaffrey, que penetró en la defensa -la mejor arma de los Chiefs- de Kansas City como un cuchillo en mantequilla.

Esto estaba dentro de lo previsto. McCaffrey es el mejor jugador de la NFL en esa posición y ha llegado a sonar para MVP de esta temporada. La noticia fue que, en la primera posesión de San Francisco, ya en el balcón de la zona de anotación, cerca del ‘touchdown’, a McCaffrey le birlaron la pelota.

Ese error evitó que los 49ers anotaran en las primeras de cambio, en una posesión en la que desarbolaron a la defensa de los Chiefs. Pero solo fue solo el ‘trailer’ de la película de errores e infortunios que marcó la primera mitad del encuentro. Los tuvo San Francisco, como un falso arranque que les complicó la segunda posesión o la desgracia del defensor Dre Greenlaw, que se rompió el tendón de Aquiles en la carrerita de ingreso al campo.

Pero quien se enredó de verdad en errores fue Kansas City. Pérdidas de balón sucesivas, penalizaciones estúpidas -por dar un cachete al rival-, una recepción de patada desgraciada o errores en recepciones fáciles.

Los Chiefs dependen de Mahomes, un prestidigitador del fútbol americano, que inventa pases y logra carreras imposibles. Pero el ‘quarterback’ apenas apareció en la primera mitad, con la excepción de un gran pase cruzado de 53 yardas que, en la siguiente jugada, se desperdició con un nuevo ‘fumble’, la pérdida de balón, pecado mortal en fútbol americano.

San Francisco fue muy superior, pero no supo traducirlo en una gran ventaja en el marcador. Consiguió anotar una patada a palos -con récord para una Super Bowl, 55 yardas, para Jake Moody- y un ‘touchdown’ con la única jugada memorable de la primera parte: un ‘truco’ de pizarra, en la que un receptor, Jauan Jennings, actuó como ‘quarterback’ y encontró a McCaffrey para que anotara con facilidad.

Mahomes se hizo esperar

La parroquia no encontró espectáculo hasta que se llegó al descanso, con un marcador de 10-3 para San Francisco. Aparecieron entonces Usher y su tropa de bailarines para el ‘show’ del medio tiempo, lo que une en comunión a los amantes de la NFL y a los que pasan de un deporte brutal, complejo y fascinante.

El paso por el vestuario no cambió la tónica del partido. En su primera pelota, el ‘running back’ Isiah Pacheco, un taladrador feroz de defensas, no agarró la entrega de Mahomes. Después, el jugador más conocido del mundo erró un pase de manera grosera. Cayó en manos de un defensa de los 49ers, en su primera pérdida de pelota desde que empezaron los ‘playoff’.

El equipo de San Francisco, de nuevo, parecía superior, pero no encontraba reflejo en el luminoso. Al contrario, regaló la posesión cerca de la zona de ‘touchdown’ con una recepción de patada fallida y Kansas City anotó con facilidad. Después, el pateador de los Chiefs, Harison Butker, volvió a romper el récord con un golpeo de 57 yardas.

El que perdona, paga, también cuando la pelota es ovalada. Los Chiefs habían dado la vuelta al marcador en un abrir y cerrar de ojos. El partido tuvo poca calidad, con muy pocas yardas de carrera y de pase, pero muchísima emoción. Se convirtió en un toma y daca electrizante entre los dos equipos. Apareció la conexión de Mahomes con Kelce -también conocido como ‘el novio de Taylor Swift’-, la pareja más efectiva del fútbol americano del último lustro. Y se entonó Brock Purdy, el ‘quarterback’ de San Francisco, un joven de cabeza fría y rápida, pero que sufrió en el mayor escenario deportivo de EE.UU. Otro error garrafal de San Francisco -no conseguir el punto adicional con patada después de un ‘touchdown’- facilitó que Kansas City empatara (19-19) y abriera la puerta a la prórroga.

En el alargue, Purdy llevó a los 49ers hasta las inmediaciones de la zona de anotación. El entrenador de los 49ers, Kyle Shanahan, fue conservador y en la última posesión, prefirió una patada de tres puntos que buscar el ’touchdown’ o mantener la posesión.

A toro pasado, fue una decisión desgraciada. Suponía que, si los Chiefs lograban un ‘touchdown’, la Super Bowl se iba para Kansas City. Y apareció el Mahomes ‘vintage’, el que no ha comparecido durante buena parte de la temporada, el ‘quarterback’ que siempre encuentra una solución. Fue una posesión mágica, en la que se pegó dos carreras fantásticas para mantener la pelota y conectó ocho pases sin fallo. El penúltimo a un Kelce portentoso que dejó la pelota a punto de anotación. El último, a un actor secundario, Mecole Hardman, que cerró la victoria con un ‘touchdown’.

“Espero que la gente recuerde no solo la grandeza que hemos logrado en el terreno de juego, sino también la forma en la que lo hemos hecho”, dijo entre una lluvia de confeti Mahomes, que se convierte en el ‘quarterback’ más joven en conseguir tres anillos. “No siempre es algo bonito, pero luchamos hasta el final”. No hay mejor manera de describir lo que ocurrió en Las Vegas.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios