Otra auditoría se le enreda a Laporta
Growe allana el camino del Gobierno para desinscribir a Dani Olmo
El Gobierno rescata al Barça: permite jugar a Dani Olmo

El favor que el Gobierno le hizo al Barça a petición del Real Madrid, permitiendo la inscripción de Pau Víctor y Dani Olmo, podría tener los días de vigencia contados. El CSD accedió a permitir la inscripción de ambos jugadores «para no causar un daño ... irreparable» mientras revisaba la documentación remitida por el club, claramente maloliente y llena de artimañas. Antes de que en los próximos días el Consejo se pronuncie definitivamente sobre el asunto, la propia empresa auditora del Barça se ha negado a aceptar semejante embrollo presidencial. Laporta eligió a dedo a esta consultora, Crowe, tras haber elegido también a dedo a Grand Thornton, a la que despachó groseramente por las muchas salvedades que incluyó en su informe.
Crowe reprocha a Laporta que de los supuestos 100 millones que tenía que ingresar por la venta de los palcos VIP sólo ha ingresado un anticipo de 58, y que además, al ser un servicio que todavía no ha empezado a prestar, al ir retrasadas las obras del nuevo estadio, sus ganancias no se pueden todavía contar. Pero cuando el Camp Nou esté operativo, y con él los palcos VIP, los supuestos 100 millones, si alguna vez llegan a las cuentas del club, se deberán periodificar por los años que dure el contrato, que son 20. Es decir, que tanto para la inscripción de Olmo y de Víctor, como para estar en la regla 1:1, el Barça podrá cuantificar sólo 5 de estos millones, muy lejos de la cantidad que necesita.
El CSD es un estamento político y puede por lo tanto tomar cualquier decisión política, pero si en enero tuvo la excusa del daño irreparable que podía causar al Barça dejándolo sin Olmo mientras revisaba la documentación entregada, que según el club era impecable, ahora que se ha demostrado, como muchos advertimos en aquel mismo instante, que aquello no fue más que otro intento de enredar a los estamentos deportivos para adulterar la competición mediante una muy burda ingeniería financiera, cuya falsedad empieza en la trampa de valorar el conjunto vacío que es Barça Studios en 400 millones de euros; ahora que el simulacro ha quedado al descubierto sería un escándalo que una vez más el Gobierno de Pedro Sánchez favoreciera al Barça y blanqueara las malas artes de Joan Laporta.
En la misma línea, Marcos Lamelas en 'El Confidencial' ha desvelado que la operadora Parlem estudia acciones legales contra el Barça por la adjudicación a Orange de la red 5G del nuevo estadio. Las conversaciones, muy avanzadas con Cellnex, que se había presentado al concurso, y según les comunicó el jefe de compras del Barça lo habían ganado, se suspendieron abruptamente con la adjudicación por sorpresa a Orange, que hasta La Liga sospecha que fue a dedo. Orange ni se había presentado al concurso: sí lo había hecho la operadora Parlem, con la que Laporta contactó e hizo creer que iba a ser la afortunada. Ernest Pérez Mas, que hasta entonces se consideraba amigo del mandatario azulgrana, le explicó el proyecto con todos los detalles y el presidente tomó nota y se los entregó a Orange, de modo que una compañía que ni siquiera se había presentado tenía de repente un proyecto y encima el ganador. Laporta eligió Orange porque aceptó como socio al moldavo Ruslan Birladeanu, supuestamente experto en telecomunicaciones y un completo desconocido en el sector. Aunque la operación es de cifras más modestas, se trataba de un Darren Dein, segunda parte.
La estocada definitiva de Laporta a Parlem y a su amigo Pérez Mas, que ya no se considera como tal, es que Orange ha fichado a los tres directivos más importantes de Parlem para desarrollar el proyecto que ellos mismos habían diseñado.
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