Es fútbol y es femenino
Todo lo que no hay que hacer para ganar
«Si hubiera un manual de cómo llevarse el Mundial, pondría todo lo contrario a lo que ha pasado el último año alrededor de la selección. Y sin embargo, miren»
La sevillana que puso a hervir España
Una zurda cerrada encumbrada por su diestra

Corría el año 2013. Mi primer contacto con el fútbol femenino fue un partido amistoso entre Canillas y una selección de Puerto Rico. Las jugadoras iban llegando, algunas con el partido empezado. Muchas venían de trabajar o estudiar, las equipaciones mezcladas, muchas veces del mismo ... color y con un único espectador viendo el partido. Por supuesto, el juego lo arbitraba un miembro del cuerpo técnico local (eran dos) en cada parte. El Canillas estaba en la segunda división española. Diez años han pasado y el fútbol español está en la final de un Mundial. Un éxito sin precedentes, inimaginable sin el esfuerzo de tantos y tantas profesionales que vienen de aquellas épocas, diferentes y duras.
Ese verano, España disputó la Eurocopa en Suecia. Para llegar a esa fase final en el último partido de clasificación, hacía falta confianza y fuerza. Y ese, probablemente, fue el partido que cambió el destino de nuestro fútbol femenino. España ganó a Escocia (3-2) en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Era la vuelta de la repesca para la Eurocopa de Suecia 2013. Tras el 1-1 de la ida, el combinado dirigido entonces por Ignacio Quereda, repitió resultado. En el tiempo extra, las escocesas se adelantaron con un gol de Kim Little, pero Silvia Meseguer y Vero Boquete, en la última jugada del partido y tras haber fallado un penalti dos minutos antes, dieron la vuelta al marcador. En este equipo ya estaba Jenni Hermoso. Un preludio.
«Durante 138 segundos estuve en parada. Los que pasaron entre que fallé el penalti más decisivo de mi carrera y marqué el gol más importante de mi vida [...]. Volví a la vida», dijo entonces Vero.
En 2015, España disputaba su primer Mundial. En ese equipo ya estaban Jenni y Alexia. El equipo aterrizó en el torneo en condiciones precarias, sin haber disputado un amistoso y solo cuatro días antes del primer encuentro. «Fueron a Canadá con unas dietas de 25 euros al día. Tras caer en primera fase, las jugadoras redactaron un comunicado en el mismo avión de avión de vuelta de Canadá en el que lanzaron un SOS urgente: 'Necesitamos leyes que nos protejan, que haya inversión, que en la federación se nos haga caso, que se nos trate de igual a igual, en definitiva que tengamos los mismos derechos que los hombres'. ¿Les suena?
El aeropuerto de Barajas estaba repleto de medios y aficionados. En redes sociales, el hastag #noson23estodoelfutbolfemenino fue trending topic durante varias horas. Vicente Temprado, en aquellos momentos máximo responsable federativo del fútbol femenino, despidió a Ignacio Quereda, 27 años seleccionador, y nombró a Jorge Vilda, hasta entonces seleccionador Sub 17.
En 2018, la selección española consiguió su primer Mundial. Fue en categoría sub 17, en Uruguay. Lo consiguió quedando invicta. Toña Is, entrenadora de ese equipo, fue cesada al poco de manera fulminante. Un despido que fue considerado improcedente. De esa selección actualmente están disputando el Mundial Cata Coll, Eva Navarro y Salma Paraluello.
Estamos ante una oportunidad única. Si hubiera un manual de cómo ganar el Mundial, seguramente pondría todo lo contrario a lo que ha pasado el último año alrededor de la selección. Y sin embargo, miren. Ganar la final pasa por olvidar todo lo que ha separado a los distintos miembros del equipo, incluidos los aficionados, y recordar todo lo que les ha unido a través del tiempo. No olvidar el desaire de Alexia Putellas ayer a Carlos Sánchez, entrenador de porteras, al ser sustituida. Demuestra que aún hay heridas abiertas y que siguen doliendo. No tiene sentido anteponer los individualismos al todas juntas. Nunca, pero menos a estas alturas.
Desde esta fecha, la selección absoluta ha tenido resultados decepcionantes en todas las citas a las que ha acudido. No así en categorías inferiores. Actualmente somos campeonas del mundo sub 20 (conquista lograda un día antes de que hicieran explotar el motín de las Rozas), campeonas del mundo sub 17 y campeonas de Europa sub 19. De las 23 jugadoras que componen la selección absoluta, hasta 12 jugadoras (Salom, Cata, Misa, Ona, Ohiane, Olga, Tere, Athenea, Eva, Salma, Codina y Pérez) acumulan éxitos en categorías inferiores. Su mezcla con las jugadoras veteranas es la clave del éxito. Lo dijo Salma: « Las veteranas aportan unas cosas, las jóvenes otras». Les queda jugar la final y ganarla. Pero a la historia ya han pasado.
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