Todas de perfil con Mapi León

Es fácilmente deducible que con todos estos antecedentes no me haya sorprendido demasiado por el incondicional e indisimulado apoyo del Barça a Mapi León, que fue la jugadora que tocó en sus partes a Daniela Caracas, ni tampoco que su nombre fuera coreado el otro día en el estadio Johan Cruyff. Imagino que cuando todos hayamos muerto alguien emitirá un comunicado de apoyo a la futbolista del Espanyol en detrimento de la jugadora a la que protegen como un solo hombre. O mujer.

Ministra de perfil. Bien pudiera ser el título de un cuadro abstracto de Pollock pero no, no hablamos de arte sino de una actitud. Y no sólo ministerial sino general. Es cierto que llama más la atención viniendo de la ministra de Igualdad pero, y a excepción de las del Espanyol, las demás mujeres han adoptado idéntica y perfilesca postura. Ha pasado más de una semana y Ana Redondo sigue sin tener una opinión formada, la presidenta de la Liga F continúa sin decidirse entre la tocada o la que tocó y no se tienen noticias de la nueva responsable del fútbol femenino de la federación. Les preguntas por Caracas y te responden «capital de Venezuela». Qué tiempos aquellos en los que el Gobierno, el PP, Errejón, Montero, Sumar y Podemos se coordinaban contra Rubiales…

Yo sí creo a Daniela. Con todo en contra pero la creo. La creo porque lo vi. La creo aunque también la entiendo: hacen bien en esconderla en un piso franco hasta que pase lo peor. Imagino que, si quiere seguir jugando en España, lo mejor es que no alce la voz. Vamos, como pasaba en tiempos del Generalísimo tres veces condecorado por el Barça. Protejamos a Daniela del nuevo establishment. El perfil es, también para ella, la mejor opción. Activemos el programa de protección de testigos.