De cara
Joao Félix, el Mono Burgos y el Circo de Sol
«Y el propio Burgos, perplejo y ya estigmatizado, hasta por dos veces pidió perdón por algo que no cometió. Pero las disculpas se las merece el exportero. En este caso realmente el denigrado fue él»
«Puede que no resulte tan descabellado lo del futuro de Joao Félix en el Circo del Sol, dados los ojos, demasiados, que se empeñan en desacreditar su condición de futbolista descomunal»
Cádiz-Montjuic-Londres

Linchamiento vil
Marcó Joao Félix de chilena el gol de la Liga y el Mono Burgos, si no le hubieran cerrado la boca los del linchamiento, podría haber dicho que, de resultarle mal lo del fútbol, el portugués tendría una salida segura en el Circo del ... Sol. Y quizás no habría pasado nada, dada la espectacularidad de la acrobacia, lo visualizable de la comparación y el color de piel del aludido. O quizás sí, y la nueva policía de la calle habría sacado a pasear otra vez su fusil fuera de contexto hasta poner de rodillas al autor de la ocurrencia. Tampoco dijo nada el exguardameta cuando maravillado por los malabarismos que hacía Lamine Yamal con la pelota propagó por la pequeña pantalla el símil del semáforo y ya saben lo que ocurrió y quién tuvo que hacer las maletas.
No sólo se entiende de sobra lo que Burgos quería decir, sino también lo que dijo, nada, o nada ofensivo, pero no están los tiempos para dejar escapar la oportunidad de demonizar a alguien con una simple y venenosa mala interpretación. Así está el patio ahora, con la gente tratando de descubrir obsesivamente debajo de cualquier comentario o gesto a un machista, un racista o un homófobo. Incluso a costa de inventarlo o de imaginarlo, de aceptar por buena la radio contada, el teléfono escacharrado. En el fondo son esos oídos deformados los que sin darse cuenta están considerando diferente e inferior a ese otro que pretenden proteger. No dijo nada despectivo Germán, pero oportunamente retorcida su gracia, se le colocó frente al paredón.
Y ahí se puso a disparar sin preguntar la UEFA, el Barça, el PSG y todo quisqui. Incluso Xavi aceptó tildar de repugnante y condenable la metáfora de su compañero de oficio. Antes, sus jefes, llamándole Mono por escrito (¡qué paradoja!), le habían hablado de comportamiento discriminatorio para justificar su despido. Y el propio Burgos, perplejo y ya estigmatizado, hasta por dos veces pidió perdón por algo que no cometió. Pero las disculpas se las merece el exportero. De parte de los que primero le rieron y de los que después lo ofendieron. En este caso realmente el denigrado fue él.
El gol de la Liga
Volviendo a Joao Félix y su golazo en Cádiz, puede que no resulte tan descabellado lo de su futuro en el Circo del Sol, dados los ojos, demasiados, que se empeñan en desacreditar su condición de futbolista descomunal. El portugués no se cansa de asomar su talento, pero se le sigue mirando con desprecio y prejuicios. Es un futbolista más de jugadas que de partidos, como dice Álvaro Benito, de apariciones, pero igualmente una delicia rentable. Y sin embargo, quizás por Simeone y su ascendencia en la crítica, no se quita la mala fama de encima. Pero cuando le dejan jugar, el balón está deseando pasar por sus zapatos; en cualquier momento puede ocurrírsele algo maravilloso.
La RFEF de Rocha
Los tipos de la RFEF no necesitan que la nueva inquisición (para estas cosas de peor olor suele mirar a otro lado) lapide su reputación. Ya se disparan al pie ellos solos. Pedro Rocha y su harakiri legendario del viernes, con el colofón de la ridícula escena del móvil sonando mientras simulaba que hablaba... su quedarse por lo mismo que a otros los echó...... las territoriales, LaLiga y los futbolistas pidiendo su salida tan sólo un día después de darle el apoyo que lo blindaba... el Gobierno haciéndose el escandalizado de lo que ayudó a consolidar... El retrato es tan feo como indiscutible: el fútbol español está podrido. El problema es adivinar una solución.
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