Fútbol
Eva Navarro: «Hay una Eva antes y después de la lesión»
La delantera reflexiona sobre sus sueños en el Mundial y su madurez después de dos años de baja por la rodilla
Laia Codina: «Somos profesionales para saber apartar lo que ha pasado»

Hay dos Eva Navarro (Yecla, Murcia, 2001) en una vida de 22 años. Una lesión en el ligamento cruzado de la rodilla izquierda define esas dos realidades. El talento adolescente del ayer se ha transformado en la madurez, la sabiduría y la ilusión del ... hoy. Una Eva Navarro que disfruta de su convocatoria en la selección, con la cicatriz en la rodilla y, en la cabeza, lecciones que suma a diario. Aprendizaje es la palabra que más se repite en la conversación con ABC.
«Estoy ilusionada de estar en esta convocatoria. Un Mundial no se juega todos los días y estoy disfrutando mucho del ambiente de la selección y de todas las compañeras», comienza tras completar un entrenamiento con la Reina Letizia como espectadora de excepción. Mañana el seleccionador, Jorge Vilda, dará la lista de las 23 seleccionadas para el Mundial, y Navarro tira de madurez y razonamiento en estas horas previas: «Hay que centrarse en trabajar el día a día. Ayudar a todo el equipo. Estar en esa lista o no depende de lo que decida el míster. Si estoy, será un orgullo increíble. Pero si no estoy en esa lista, es un aprendizaje. Soy muy pequeña y tengo gente alrededor que es más veterana. Lo que hago es aprender mucho de ellas a diario».
Son 22 años, dos goles en la selección absoluta, 13 con el Levante y 7 con el Atlético de Madrid. Son 22 años de aceptar las dificultades y levantarse cada vez. Después de años jugando con su hermano Álvaro y pasando por el fútbol sala, aceptó una plaza en el Sporting Plaza de Argel, en Alicante. La ilusión ganó cualquier desavenencia, incluso que tuviera que desplazarse 80 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para cada entrenamiento y cada partido.
De aquellos kilómetros y destrezas iniciales, a la selección; al Europeo sub-17, que ganó España gracias a su doblete, y al Mundial sub-17, donde su velocidad y su creatividad con el balón ayudaron también a atrapar el oro. Aumentó la calidad, el caché y su ambición: ascenso a Primera en 2018, en el Levante, con 18 años. Crecimiento, evolución, pandemia. Eva Navarro antes.
En marzo de 2021 su trayectoria hacia las estrellas se torció: rotura del ligamento cruzado de la pierna izquierda. Siete meses de parón, rehabilitación, médicos y paciencia. «Es una Eva Navarro antes y después de la lesión. Aprendí muchísimo de entrenar sola, de escucharme a mí misma. Con todo eso, ahora me noto más madura. Y aprendí también de todas las compañeras, que me han ayudado en muchísimas ocasiones», reflexiona. Hubo, aun así, mucho fútbol: «Somos muy futboleros en casa, así que sí, veo muchos partidos, de nuestra liga, de selecciones, también de masculino. Para desconectar del fútbol… veo mucho tenis, a Carlos Alcaraz. Me gusta», sonríe. Orgullo murciano.
Volvió al fútbol en octubre de 2021, y en diciembre, otro susto: rotura de la plastia, otra operación, más meses de baja. «Nunca me paré a pensar si volvería o no a ser la de antes. Cuando me lesiono del primer cruzado y recaigo fue una lección de qué había hecho en la primera y qué no tengo que hacer en la segunda. Recuperarme fue aprender», dice la delantera, que hubiera tirado por la natación si no sale lo del fútbol. Por eso, incide: «Es de lo que más orgullosa me siento, de esos dos años de lesión. De cómo me escuché, cómo me hizo cambiar cosas de cuando era una niña en otras categorías. De darme cuenta de que quiero llegar a lo más alto».
Así lo ha hecho con una mitad de temporada estupenda en el Atlético de Madrid. «Jugué cinco meses y al principio me costó un poco, tanto tiempo sin competir se nota». Firmó 19 encuentros y seis goles, el título de la Copa de la Reina; una nueva llamada de la selección y renovación: «Le debo muchísimo al Atlético. Fichar a una jugadora lesionada con siete meses de cruzado no se ve todos los días. Apostaron por mí. Quiero devolverles la confianza. Renovar es un orgullo y ojalá levante más títulos», admite, pero no se moja en el escudo: «El que tenga que ser será», sonríe.
«300 por cien»
«Antes ponía en la maleta muchas cosas especiales, desde que me lesioné, me quité todo». Menos las ganas de seguir en ascenso. Ha visto muchas veces aquellos goles de la Eurocopa sub-17, pero tiene uno por cumplir: «Marcar con la absoluta es algo que he soñado desde pequeñita. Las compañeras que han estado en un Mundial absoluto me han dicho que si en otras categorías es increíble, aquí lo es más. Que es una pasada», ilusiona antes de subrayar que, a pesar de su posición, el trabajo en grupo es primordial: «El entrenador nos ayuda a cómo actuar en el campo y hay situaciones en las que puedes salir de ti y hacer un regate y marcar, pero hay mucho trabajo detrás. A veces sí hay momentos los que no hay más opción que tirar de individualidad, pero siempre es mejor el colectivo: trabajar juntos, formar una piña y tener un objetivo de compañerismo es mejor que individual». De ahí que sea tajante: «Quiero dar el 300 por cien».
Para el grupo, que también intenta olvidar ya el tema de 'las 15', desea que llegue lo más lejos posible, hay mimbres para ello. «En mi once ideal nunca faltaría Ona Batlle», reflexiona antes de señalar a sus referentes: «Siempre me he identificado con Iniesta. Ha sido mi ídolo desde pequeña. Una persona muy humilde. Me veo reflejada en él. Y de chicas, tengo la suerte de estar con Alexia, que pasó por una lesión que yo también he vivido y ha sido siempre la referente». Ella lo es en Murcia, donde dice sentirse reconocida: «En Yecla no paran de darme la enhorabuena, por estar en la prelista, por la Copa. Sí, jaja, me siento querida». Eva Navarro después.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete