Old Trafford, un coladero desde la marcha de Alex Ferguson

Desde que el preparador escocés decidió poner punto y final a su longeva trayectoria al frente de los red devils (tomó las riendas del equipo el 6 de noviembre de 1986 y las soltó el 19 de mayo de 2013), el equipo ha ido cayendo en una depresión que ha repercutido en todos los niveles de la entidad, hasta el punto de convertirse en 2022 en el segundo club más devaluado de Europa con una caída de 139 millones de euros. No hay que olvidar que el United cotiza en Bolsa desde que el norteamericano Malcolm Glazer comprara en 2005 el paquete de acciones mayoritario que le permitió convertirse en su propietario. Precisamente, a principio de temporada, el club volvió a sufrir un nuevo batacazo bursátil después de que sus acciones se desplomaran más del 18% en Wall Street tras un informe publicado por el diario inglés 'Mail on Sunday' que aseguraba que la familia Glazer iba a sacar al club (valorado en 3.900 millones de dólares) del mercado tras no recibir ofertas que igualasen el precio de venta.

La retirada de Alex Ferguson, tras 27 años al frente del club inglés, supuso el punto de inflexión en el Manchester United. A lo largo de este período llevó al equipo a la consecución de 38 títulos: 13 Premier League (con dos tripletes entre 1999 y 2001 y entre 2007 y 2009), 5 FA Cup y 2 Champions League incluidas, aspecto que le llevó a ser considerado como el entrenador de fútbol más exitoso en la historia del fútbol inglés, instalando al Manchester United como el dominador del fútbol británico moderno. Pero desde entonces solo se han ido coleccionado decepciones, más allá de ver cómo su vecino, el City, se erigía en el dominador del fútbol actual, con Guardiola en el banquillo y un equipo repleto de estrellas.

La prueba más palpable del hundimiento del United reside en los números que atesora en la última década. En los 27 años que Alex Ferguson estuvo en el banquillo, Old Trafford solo vio 34 derrotas. Una menos, tras la sufrida este miércoles en la Copa de la Liga, que las que acumulan ya en los diez años en los que el técnico escocés ya no está.

Si buscamos las causas de la caída de este gigante podemos encontrarlas mayoritariamente en un rumbo errático de la dirección deportiva, que ha contratado a cinco entrenadores en estos últimos diez años. El sustituto de Ferguson fue David Moyes. Ni siquiera acabó la temporada. Llegó Van Gaal, un cambio absolutamente radical. Ganó una FA Cup pero fue incapaz de contentar a la directiva y a la afición durante casi dos años. Mourinho acabó enfrentado con parte de la plantilla a pesar de ganar la Europa League. El portugués cerró su etapa con un año en blanco. Solskjaer, que empezó como interino, se convirtió en el entrenador más longevo desde Ferguson. No obstante, su salida fue tan mala como la de Mourinho en el entorno deportivo. Ralf Rangnick encarnó el enésimo fracaso. El proyecto está ahora en manos de Ten Hag, sin que los resultados afloren como estaban previstos.

Tampoco ha ayudado la política de fichajes. El club gastó mucho más de lo que ingresó por ventas y no ha sido capaz de revalorizar jugadores. Casi 1.500 millones de euros en gasto en incorporaciones en la última década, entre los que destacan Pogba (105), Harry Maguire (87), Jadon Sancho (85), Lukaku (84,7). Di Maria (75), Bruno Fernandes (63), Martial (60), Fred (59), Van Bissaka (55), Mata (44,73), Matic (44,7). Mkhitaryan (42) o Varane (40), aunque también lograron el fichaje a coste cero de Ibrahimovic o el regreso de Cristiano Ronaldo por 15 millones. Pero ninguno de ellos logró enderezar el rumbo del histórico club.

Las críticas ya son una constante. El último ha sido Gary Neville, leyenda del club inglés: «Esto es un cementerio de jugadores», criticó. Y apuntó: «Hay una cultura de toxicidad y negatividad que no se va».