Las tripas del contrato de Piqué: 41 millones, bonos de fidelidad y un premio extra cuando deje el Barça

La prueba de esa querencia hacia el éxito que anhela, de la ambición desmedida, es el contrato que logró arrancarle a Josep Maria Bartomeu , en octubre de 2020, poco antes de su dimisión forzada. «Presi, quiero ser el defensa mejor pagado del mundo», le soltó el central al dirigente, que acuciado por la situación económica del Barça, necesitaba un recorte salarial de los pesos pesados. Piqué aceptó rebajarse casi dos millones de su sueldo bruto en la temporada 2020-21 (de 20 a 18) a cambio de ampliar su vinculación hasta 2024 (terminaba en 2022) y mejorar sus condiciones en los siguientes. Según la documentación a la que ha tenido acceso a ABC, 28 en la 21/22, 29 en la 22/23 y hasta 41 en la 23/24 (en la que incluye un premio de final de contrato de 12,5 millones de euros).

El desglose por temporada incluye un fijo (6 millones brutos en la de la rebaja), más otras partidas de 3,5 millones por jugar al menos el 35% de los minutos estando disponible (es decir, sin contar lesiones y sanciones) y otros 8,5 como, concepto curioso, premio de fidelidad. El 15% de todas las cantidades corresponden a ingresos en derechos de imagen, que factura a través de su empresa Kerad.

A ello había que sumar diferentes variables por clasificarse para disputar la Champions (un millón de euros), superar sucesivamente la fase de grupos y diferentes rondas europeas y/o ganar títulos. El año pasado se ganó 3.4 millones de euros por alcanzar la Champions y los octavos de final. Si esta temporada hubiera conquistado el triplete habría percibido 4,5 millones más, según las condiciones pactadas en su última renovación con Bartomeu.

Unos emolumentos que Piqué negoció con Joan Laporta y aceptó redistribuir para que el club pudiera rebajar en verano el límite salarial de su plantilla e inscribir a futbolistas fichados. De ahí que en enero pasado, el central mejor pagado del mundo, mostrara un extracto bancario por 2.328.884,39 euros que, según aseguró, correspondía al 50% de su nómina.

Pero no es solo el jugoso sueldo de futbolista lo que mueve a Piqué. Su visión para los negocios le ha llevado a intermediar entre el Barcelona y Rakuten , aprovechando su amistad con Hiroshi Mikitani, para cerrar un acuerdo de patrocinio principal que reportaba 55 millones al club azulgrana. Ahí el jugador no percibió retribución alguna, pero Mikitani participó posteriormente en la creación de Kosmos Holding, de la que es copropietario. Piqué sí se ha beneficiado, eso sí, del acuerdo que Beko tiene con el Barça. La empresa turca de electrodomésticos le paga 700.000 euros anuales por actos promocionales.

Piqué también ha cerrado colaboraciones con el Barcelona a través de Kosmos Studios , una de las productoras del documental ‘Matchday’, que mostraba las interioridades del equipo cuando Valverde era el entrenador. Es la misma que produjo ‘La decisión’, el documental en el que Griezmann desvelaba que rechazaba la oferta del Barcelona en 2018. Curiosamente, el defensor catalán quiso hacerse con el porcentaje que el club puso a la venta de Barça Corporate y que incluye Barça Studios . No obstante, Bartomeu ni siquiera quiso contemplar la oferta, amparándose en el Código Ético del club: el punto 4.2 impide «ejercer influencias sobre otros para alcanzar la toma de una decisión en beneficio propio». Fuentes de la entidad aseguran que Piqué trató de licitar por Barça Corporate a través de otra empresa y el dirigente lo frenó al sospechar que estaba detrás.

Hoy Piqué es crítico con Bartomeu , el presidente que lo convirtió en el central mejor pagado. «Es un desagradecido», asegura un directivo de su junta; «después de todo lo que le hemos dado solo hace que atacar a ‘Barto’».

El Barcelona no ha limitado la sobreactividad de Piqué en sus negocios. Y eso que en algunos contratos consultados, bajo el epígrafe ‘Noveno, dedicación exclusiva’, el club sí se reserva el derecho al veto: «El presente contrato implica la dedicación plena y exclusiva del jugador al FC Barcelona, por lo que esta no podrá compatibilizarse con otras actividades profesionales o por cuenta ajena, excepto expresa autorización del Barcelona». A Joan Laporta no parece importarle la distracción del defensa por sus negocios. Tampoco el de la Supercopa y los 24 millones que le reportaron de comisión. «Piqué ya dio sus explicaciones y no tengo nada más que decir», se limitó a comentar.

La organización de la Copa Davis (el ayuntamiento de Madrid le pagó 5,5 millones para patrocinar la edición de 2019) fue el mayor éxito empresarial de Piqué, que logró revolucionar el formato de la competición y quedarse con sus derechos durante varios años, aunque provocó numerosos viajes a Madrid en plena temporada (ahora negocia con Valencia), y uno a Orlando a pesar de la negativa de su entrenador. Lo gestionó a través de Kosmos Tennis, otra de las filiales de Kosmos, junto a Kosmos Studios y Kosmos Football. A través de esta última, compró al Andorra en 2018 y un año después obtenía la plaza que dejó vacante el Reus en Primera RFEF de manera polémica, ya que se saltó una categoría para llegar a una en la que también milita el Barça B. También alcanzó un acuerdo con Port Aventura y LaLiga para fomentar actividades lúdicas, formando parte de un consejo cuyo presidente es Tebas.

El negocio y la diversión le ha llevado a asociarse con el ‘youtuber’ Ibai Llanos en varios proyectos, transmitiendo por Twitch la última Copa América y haciéndose con los derechos televisivos de la Ligue 1 cuando Messi fichó por el PSG . Piqué posee Kerad Project, que se dedica a negocios inmobiliarios y está implicado en empresas como Kypers (gafas de sol), Natrus (hamburguesas ecológicas) o 426 miles (bebidas isotónicas). El futbolista orquesta.