Los circuitos europeos, obligados a rotar para mantenerse en la F1

La medida no afecta al GP de Madrid, con contrato desde 2026 hasta 2035 sin agujeros. La vieja Europa de los circuitos permanentes pierde paso frente a las economías emergentes de Asia y América.

Se venía especulando desde hace tiempo con la opción de las carreras en años alternos para algunas citas europeas (Mónaco, Madrid, Silverstone o Monza no entran en ese giro) a partir de 2026. Desde esa fecha Holanda (Zandvoort) dejará de organizar su gran premio y Barcelona confía en renovar el compromiso que posee hasta ese año. Es probable que también se caiga Ímola (Italia) de la ecuación o que entre en la alternancia impuesta ya para Bélgica.

La F1 ha modificado su formato. Con Bernie Ecclestone y antes, era un deporte de motor que incluía pases vip y esa cuota de 'glamour' que proporcionan los famosos. Ahora, con Liberty, prima el show y las pulseras todo incluido por encima de las carreras y motores. Los propietarios del negocio no quieren circuitos en medio del campo, sino pistas efímeras, de quita y pon en ciudades con ambiente, donde prime el entretenimiento y el concepto viajero de parque de atracciones de fin de semana.

El crecimiento de la F1 en redes sociales, los seriales de Netflix que han abierto el deporte al aficionado, el incremento de patrocinios y los nuevos públicos han aumentado el valor de la marca F1 hasta límites que ponen a prueba la logística y la resistencia de sus pasajeros. Son 24 carreras en 52 fines de semana del año.

Barcelona confía en continuar en la F1. Fuentes conocedoras de la negociación confirman a ABC el optimismo por la prolongación del contrato a partir de 2026. «El 95 por ciento de los contratos de renovación se han firmado en el último año de permanencia», aseguran. El circuito de Montmeló, que emprendió una renovación del circuito con una inversión de más de 30 millones, una nueva pasarela y trató de adaptarse a los tiempos con un espectáculo de F1 en las calles de Barcelona al gusto de Liberty, conectando la ciudad con la pista, aspira a anunciar el acuerdo este año. Hay optimismo, pero nada se da por seguro. «Habrá que ver si Montmeló rota o si sigue», dicen.

El acuerdo de cuatro carreras en seis años para Bélgica a partir de 2028 se ha anunciado como una buena noticia para el legendario Spa y su rampa de Eau Rouge, trazado que enamora a los clásicos, pero no convence por su ubicación solitaria en las Ardenas y alejado de ciudades a los propietarios de la F1. Spa, Mónaco o Silverstone fueron pistas que acogieron el primer campeonato de F1 en 1950.

Bélgica alternará cada dos años como lo había planeado originalmente Liberty y su director general, Stefano Domenicalli. Si solo rota a partir de 2028, cabe interpretar que ninguno de los muchos candidatos en teoría preparados para unirse a la F1 (una segunda ronda en Arabia Saudí –Qiddiya–, Tailandia, Argentina, Sudáfrica, Turquía, Corea del Sur y Ruanda) estará listo antes de 2027 como muy pronto.

Salvo Madrid, que diseñó un gran premio urbano y al gusto del espectáculo en la ciudad acorde a los nuevos tiempos, ningún otro país europeo cala en la F1. Arabia (que aspira a otro), Qatar, Baréin y Abu Dabi tienen un gran premio. Estados Unidos, que estuvo años sin carreras, ya posee tres (Miami, Austin y Las Vegas). Europa pierde peso en este deporte.