Las 25 tarjetas anuladas al Betis desde 2011

Y es que en los últimos catorce años, desde que en mayo de 2011 se produjera la primera reestructuración de los servicios jurídicos del Betis ya cerradas las etapas de Manuel Ruiz de Lopera y Luis Oliver, el club verdiblanco ha conseguido que se le retiren hasta 25 tarjetas mostradas por los colegiados en los encuentros disputados tanto en Primera como en Segunda. Un trabajo que ha servido para que pudieran estar disponibles muchos futbolistas y para que el Betis defendiera sus derechos ante los comités disciplinarios. También hay que recordar el buen desarrollo de los abogados verdiblancos en las gestiones que evitaron que Sergio Canales cumpliera más de un partido de los cuatro con los que se le había castigado por decir que la roja que le mostró Mateu Lahoz era «predimitada» y que el Villamarín no tuviera que aplicar la sanción de dos encuentros de cierre por el derbi del palo, más allá de jugar la segunda parte a puerta cerrada al día siguiente con el triunfo verdiblanco por 2-1, con tanto precisamente obra de Canales.

No había conseguido el Betis una valoración positiva a sus alegaciones o recursos por parte de los comités desde que en la temporada 2021-22 Competición (como antes se denominaba a Disciplina) dejara sin efecto la amarilla que vio Álex Moreno ante el Elche en noviembre de 2021 por una acción pitada como mano por Pizarro Gómez aunque al lateral bético le dio en el pecho, lo que valoró el comité. En este sentido cabe recordar que la política del Betis con respecto a las alegaciones y recursos se ha modificado en tiempos recientes dado que se busca ser más precisos a la hora de plantear los escritos a la RFEF y luchar sólo por los casos que se consideren más evidentes. En otros tiempos sí fue política del club apelar por todo lo posible pero luego se determinó que no era conveniente.

Antes que la citada amarilla retirada a Álex Moreno se contabiliza en la temporada 2020-21 dos amonestaciones para Guido Rodríguez (ante el Granada) y Guardado (Valladolid) en las que desde el Betis se pudo demostrar que los derribos sancionados no eran tales, mientras que en la 2019-20 fue Apelación quien dejó sin efecto la amonestación que vio Bartra ante el Madrid y también se logró reducir una sanción a Eder Sarabia, segundo entrenador de Quique Setién.

En la 2017-18, los servicios jurídicos béticos triunfaron al quitarle a Francis la amarilla que había visto en el derbi en Competición alegando que el rival ya estaba en el suelo cuando se produjo la acción y también a Javi García en el duelo ante el Alavés y que hubiera comportado sanción al ser la quinta. En la 2016-17 fue Felipe Gutiérrez quien se benefició del buen hacer de los abogados verdiblancos cuando Del Cerro Grande le amonestó por supuestamente dejarse caer en el área pero Competición no lo estimó así, reconociendo que había sido penalti una jugada que acabó en amarilla para los béticos.

Era en esta época cuando se produjo el cambio de tendencia con los comités, dado que en las temporadas anteriores sí había mucho litigio con recursos y alegaciones ante los comités federativos con Ángel María Villar en el cargo. Sólo en la temporada 2015-16 logró el Betis que se le retiraran casi tantas amonestaciones como en los años siguientes dado que consiguió que cinco quedaran sin efecto. Fueron las amarillas que vieron Ceballos ante el Valencia y que había significado su expulsión, las mostradas a Westermann y Joaquín en el derbi, la que vio el central alemán contra el Levante y la que le enseñó Vicandi Garrido a Adán en el duelo contra el Barcelona pitando además un penalti inexistente sobre Messi.

En la 2014-15 los llamamientos a los comités para que impartieran justicia también fueron constantes y el Betis hizo que cinco de las tarjetas que vieron sus futbolistas fueran anuladas. Son los casos de Ndiaye, al que Sánchez Martínez amonestó ante el Valladolid por supuestamente golpear a un rival con el brazo; la primera de las dos que vio Perquis contra Las Palmas que provocó que igualmente se perdiera el siguiente duelo con el Leganés pero al menos quedara limpio de acumulación de amonestaciones; dejó sin efecto la amarilla con la que Xavi Torres fue castigado en El Molinón ante el Sporting; logró que Competición reconociera que la expulsión de Bruno ante la Ponferradina había sido injusta al retirarle su segunda tarjeta; y lo completó dejando limpio a Molinero tras el duelo ante el Girona.

En la 2013-14 Gil Manzano había amonestado a Rubén Castro por supuestamente simular penalti por una falta de Balenziaga en el Betis-Athletic y Competición corrigió su grave error. En la 2012-13 fueron tres casos, dos de ellos de Amaya. El central vio cómo Competición le anuló la segunda amarilla ante el Espanyol y Apelación, la roja como último hombre contra el Valencia. También el Betis logró que le dieran la razón con la amonestación que vio Nono por derribar a un rival ante Osasuna. En la 2012-13 fue de nuevo a Rubén Castro a quien le castigó Mateu Lahoz por supuestamente simular una falta y Competición le retiró la amarilla a instancias de los letrados béticos, quienes recogieron su primer triunfo en este sentido en la 2010-11 cuando a Pepe Mel se le retiró la amarilla que le había mostrado el árbitro contra el Córdoba por haber entrado en el terreno de juego sin su permiso alegando que fue porque saltaron los aspersores de riesgo y el preparador bético trató de no mojarse.