Osasuna - Betis: Uno para todos y todos para uno (1-3)
Los verdiblancos, competitivos, solidarios y con lectura adecuada en cada momento, superan al contragolpe a un combativo Osasuna

Ocurre en los últimos análisis de los partidos del Betis que es muy difícil descacar a alguien en concreto. Si se centra la atención en un jugador, salta a la mente otro. Si hay un elogio para el que marcó el gol se ... responde con quien lo evitó en la portería propia. El que más corrió, el que supo ayudar, el que regateó, aquel que dio la asistencia, el sustituto, el debutante, el canterano, el capitán... Pellegrini ha armado un equipo. Un señor equipo . Ha hecho de un grupo de futbolistas una familia, una piña, una sociedad competitiva. Da igual quién esté o quién falte, lo que no desaparece es el espíritu ganador. Una fe inquebrantable, una exigencia de 90 minutos a los oponentes . Una insistencia difícil de domesticar. Entró Kike Hermoso y se comportó como lo hubiera hecho Pezzella. Faltaba Víctor Ruiz y ahí estaba Edgar ejerciendo de líder atrás. Si Canales estaba regular, sale Juanmi y marca. Que Borja lucha pero no hace gol, pues ahí que aparece Willian José. ¿Bellerín y Miranda están tocados? El mejor partido de Montoya y buena línea de Álex. Y todos alrededor de un Guido Rodríguez sobresaliente , una escoba o, más bien, una aspiradora. Todos juntos, todos a una. Los puntos volaron a Heliópolis porque cada uno puso su granito de arena, agarraron el triunfo y dejaron a Osasuna con las ganas. Se acerca a Europa y tiene el domingo ante el Getafe el día indicado para dar el salto definitivo.
Repitió Kike Hermoso en la zona mixta lo agradecido que estaba a sus compañeros por lo bien que le estaban «cuidando». Un recién llegado, el jugador número 29. Un central de circunstancias, que no es titular en el Betis Deportivo pero que sí hizo la mili con Pellegrini en pretemporada. Confianza plena que devolvió desde el minuto uno. Porque había que estar ahí. Mucha presión desde la grada y todo Osasuna, empezando por el incómodo Kike García , yendo a por él. Impasible, respondió con gol. La idea de Osasuna era interrumpir cualquier avance y aprovechó los primeros minutos para marcar terreno con seis faltas en un ratito. Pero el 0-1 de Kike Hermoso tras un córner le metió más inseguridad a los navarros, que vieron que su ímpetu dejaba huecos ideales para el contragolpe. Ahí que fueron Canales, Aitor y Fekir pero el que más claro lo tuvo fue Borja, que se encuentra encima a Herrera y dispara con Aitor y Fekir solos a su derecha. Y de esa jugada que pudo ser el 0-2, como sucedió con Juanmi ante el Madrid, al 1-1 de Kike García con otro fallo, esta vez en campo propio cuando Canales acosado da un taconazo en zona de lateral derecho, pierde la bola y la defensa está tan desajustada que Edgar se queda en tierra de nadie con el remate de Kike García a gol.
Otra ventana para el lamento. Como ante el Espanyol, la ocasión fallada iba a repetirse en la mente de los béticos una y otra vez si el día no acababa bien. Cerrar los partidos, aprovechar las oportunidades, la eficacia, la solvencia, la pegada... El partido iba de área a área con remate de Brasanac que sale fuera por poco, tiro raso de Fekir, Bravo atajando por bajo y Guido disparando desde la frontal. Los entrenadores debatían con sus segundos y terceros si hacer cambios y se llegaba al minuto 70 con los mismos 22 sobre el campo , raro en una jornada intersemanal y con cinco opciones. El cansanco empezaba a notarse en el terreno de juego y llegaron nueve sustituciones en ese tramo final.
Las de Pellegrini fueron las más acertadas: Willian José y Juanmi adentro . Ambos marcaron. Porque en la retaguardia no había que tocar el orden establecido y arriba sí hacía falta frescura para aprovechar los metros que la voracidad de Osasuna regalaba a sus espaldas. Espacios para correr, para leer cada jugada. Ahí entra Guardado en acción. Al mexicano hay que medirle no sólo por su entrega, indiscutible, sino porque le otorga al duelo el punto que precisa en cada instante. Interviene en los dos tantos finales. Su cambio de juego hacia Montoya provoca un salto en el área en el que el catalán supera a su par y deja el balón para Juanmi, que llega desde atrás para marcar. El línea levanta la bandera y el VAR demuestra que hay más de un metro para habilitar al malagueño, tocado con la varita de la racha. A Osasuna se le cae todo el plan porque cuando intenta levantar cabeza ahí está Guido. Y si no, Edgar. Y Kike Hermoso. Y Montoya. Y Álex. Un equipo que no quiere que se le vaya esto. Los puntos son verdiblancos . Más cuando Guardado roba, se la da a Willian José, éste se la pone de cara a su casi tocayo Carvalho y corre para un pase en profundidad que el brasileño convierte en vaselina para dibujar no sólo un golazo sino una sonrisa de felicidad en las caras de todos los béticos.
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