Prost y Senna se sacaban los ojos
TEXTO J. C. C.MONACO. Muy a su pesar, Alain Prost fue requerido con profusión por la maniobra de Michael Schumacher. El «Profesor» se paseaba ayer con una acreditación que resume su pasado -Alain

TEXTO J. C. C.
MONACO. Muy a su pesar, Alain Prost fue requerido con profusión por la maniobra de Michael Schumacher. El «Profesor» se paseaba ayer con una acreditación que resume su pasado -Alain Prost campeón del mundo de Fórmula 1-, cuando una batería de radios y Prensa quiso conocer su opinión. El incidente recordó sus viejas disputas con Senna.
Prost, cuatro veces campeón del mundo y ex propietario de una escudería, conoce el paño. El circuito de Suzuka vivió un doble pasaje en 1989 y 1990 con los dos astros como protagonistas. Ambos a los mandos de un McLaren, se jugaron el título en la última carrera. Senna persiguió a su adversario durante 47 vueltas hasta que caló su objetivo en la chicane anterior a la recta principal. Tenía paso, un título a la vista y un enemigo pendenciero. Prost le cerró y los dos coches acabaron en el garaje. Senna volvió como un poseso y remontó hasta ganar la carrera. Los jueces le descalificaron y Brasil lloró.
Al año siguiente, el país suraméricano no pudo por menos que azuzar al rival en Interlagos. Cuando Prost salió por la terminal del aeropuerto de Sao Paulo, la policía le esperó. Nombre y ocupación, clamó el oficial. Alain Prost, piloto de Fórmula 1, dijo éste con aire suficiente. Permiso de trabajo, volvió a la carga el agente. Al francés le temblaron las pestañas. Tuvo que decir lo que no quería. «No tengo». Y tragó quina un buen rato en las dependencias del aeropuerto.
Ayrton Senna devolvió el golpe doce meses más tarde. Otra vez en Suzuka, con los papeles invertidos. Prost y su número 1 en Ferrari, y el brasileño al mando de su McLaren rojo y blanco. El francés adelantó a su rival en la salida, pero éste atajó por la calle de en medio. Estiró la frenada y provocó la colisión más célebre de las últimas décadas de la Fórmula 1. Los dos coches, al limbo, y el título, para Senna. Devolución de la moneda. «A veces las carreras terminan en la vuelta 47 y otras, en la primera», dijo en revancha del pasado.
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