TEATRO
Copla y sensatez
‘En tierra extraña’, en el Teatro Español de Madrid, imagina un encuentro entre Concha Piquer, Rafael de León y García Lorca el 12 de julio de 1936

En una España cada vez más radicalmente dividida, con la (selectiva) memoria histórica esgrimiéndose como juez de pleitos pasados, historias como las que Juan Carlos Rubio presenta en su obra 'En tierra extraña' (por más que sea inventada) vienen a sembrar un poco ... de sensatez entre tanta crispación y tanta (selectiva) desmemoria.
Juan Carlos Rubio ha imaginado un encuentro, en el Teatro Español -donde se ha estrenado precisamente la función-, entre Concha Piquer y Federico García Lorca , con Rafael de León como maestro de ceremonias. Es el 12 de julio de 1936; de más está decir que las calles de Madrid son en aquel momento un peligroso polvorín. En el escenario del teatro, donde la tonadillera y el autor, al piano, ensayan las nuevas canciones, la belicosidad la pone ella, y la sangre no llega al río.
Con el fondo de la copla -la idea de este espectáculo fue del autor y del recientemente desaparecido productor José María Cámara -, Rubio ha creado esta historia que habla de reconciliación, de respeto al diferente, de tolerancia, de amistad, de buscar lo que nos une y no lo que nos separa. Y lo hace a través de tres personas de ideas distintas, pero unidas por su humanidad (y no tanto, que también, por su amor al arte). Rubio recrea a los tres protagonistas, tres personajes históricos de carne y hueso, y los convierte en protagonistas para contar su historia agridulce, nostálgica, al tiempo esperanzada y desesperanzada, pero sobre todo hermosa: «Es absolutamente necesario falsear la historia. La historia es un hecho incontrovertible que no deja a la imaginación otro escape que el vestirla de poesía y de emoción», cita a Lorca el propio Juan Carlos Rubio en el programa. Todo ello trufado con la música, la copla, en la que Concha Piquer reinó durante décadas. 'Tatuaje', 'A la lima y al limón', 'En tierra extraña'... se unen a la música que la propia artista conoció durante su estancia en Nueva York.
Diana Navarro encarna a una vehemente y dominadora Concha Piquer con gallardía. Canta, como no cabía duda, con emoción y calidad, y se revela al mismo tiempo como una magnifica y convincente actriz. Alejandro Vera ya encarnó al poeta granadino en 'Lorca, la correspondencia personal', también con Rubio; su retrato aquí es distinto, más cascabelero y despreocupado, aunque esconda en su mirada el temor al futuro. Y Avelino Piedad le da brío a su interpretación de Rafael de León (que hasta toca el piano), aunque quizás extreme su amaneramiento.
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