Un inédito de Alberti completa al fin su testamento poético
Una nueva edición de 'Canciones para Altair' incluye un poema desconocido
La viuda de Alberti rompe su silencio: «He sido víctima de un maltrato psicológico sistemático»

Mientras preparaba sus memorias, que luego publicaría bajo el título 'Mi vida con Alberti', María Asunción Mateo, viuda del poeta, encontró un pequeño tesoro de papel. Entre las carpetas que guardaba en la casa de El Puerto de Santa María en la que convivió ... con el escritor, encontró un poema inédito manuscrito. Pertenecía al libro 'Canciones para Altair', que este le dedicó a ella, a la que decidió ponerle nombre de estrella. Dice así: «Aquella madrugada, ya sin brillo de estrella, / Altair descendió hasta el horizonte, / y con su humana forma, toda abierta y desnuda, / quiso saber de cuánto sucedía. / Luego, cerró sus piernas, / y con su golondrina en penumbra voló / de nuevo a sus espacios».
«En este poema, bellísimo, aparecen todos los temas, con una enorme serenidad, ya utilizados en el resto de los textos, y sus símbolos, como la golondrina, la terminología astronómica, y el doble juego de la estrella y encarnación humana de la amada», asegura Manuel Francisco Reina, poeta y estudioso de la obra de Alberti. Él ha hecho las notas de la nueva edición de 'Canciones para Altair', el último libro de Alberti, que este escribió entre 1983 y 1988 y que publicó por primera vez en 1989; ahora aparece completo por primera vez. Lo hace en un volumen titulado 'Y sobre el ancla una estrella' (Espasa), que junta este poemario final con el primero, 'Marinero en tierra', con el que el autor ganó el premio Nacional de Poesía en 1924. ¿Por qué? Porque de alguna forma entre esos dos títulos se cierra un círculo.
Pasión desbordante
«En esta edición unimos dos obras del portuense que delimitan el principio y el final de su carrera literaria y, creemos, que son fiel reflejo de su espíritu. La apertura, con la ilusión de un 'Marinero en tierra' que busca abrirse paso en el proceloso mar de la literatura y lo logra por su talento, originalidad y esfuerzo; el cierre, con sus 'Canciones para Altair', desbordantes de pasión de un hombre que aprovechó cada instante, tal y como aclaran sus memorias», explica en el estudio introductorio Remedios Sánchez, catedrática de Literatura en la Universidad de Granada. Y luego añade: «El Rafael Alberti que nos ha quedado para la posteridad es este: un creador versátil y vehemente, sereno pero con instantes de melancolía sostenida, innovador aunque respetuoso con la tradición y claro en sus determinaciones. Es decir, en plenitud eterna de amor a la vida mirada de frente». Lo escribió el propio Alberti: él iba «el siempre sostenido, ciego amor / más allá de la muerte…».
Este poema no es la única novedad de esta edición de 'Canciones para Altair'. También se incluye otro poema parcialmente inédito, que no apareció inicialmente en el poemario, aunque luego José María Balcells lo incluyó en las 'Obras Completas' de Alberti que publicó Seix Barral, en el tomo 'Poesía IV'. El poema lo había encontrado el investigador inserto en 'La arboleda perdida', las memorias del gaditano, que lo señalaba como uno de los 'Altaires'. Dice así: «Se volaron las tan jóvenes piernas de Altair, levantando / su dulce golondrina azul mojada / de palabras transidas de susurros / que estaban en lo hondo, impulsadoras / de un alto vuelo sin destino, / ahora en este instante, / que derrumbadamente escucho / con voz que no es la suya, no brotada / de la garganta de su golondrina / sino de aquella otra / con lengua y dientes repetidos / hasta matarme al fin y desaparecerme».
Esta es la primera vez, pues, que 'Canciones para Altair' se publica de forma completa. Ahora son veintisiete poemas: no será casualidad.
Novedades
Y estos no son los únicos inéditos de Alberti que han visto la luz últimamente. También entre las carpetas de El Puerto de Santa María apareció una sevillana escrita por él. Se trata de un mecanuscrito con anotaciones a mano del poeta. No está incluida en este libro, pero sí en el nuevo disco de Clara Montes, 'Marinera en tierra', que musica a Alberti.
¿Pero quedan más inéditos de Alberti? «No lo sé, pero hay que tener en cuenta que Rafael era un hombre que se levantaba diariamente a las seis de la mañana para escribir y publicar. Sabemos que en sus mudanzas y cambios de país se perdieron muchas cosas. Es probable que queden poemas sueltos por salir», remata Reina.
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