El magnate y coleccionista ruso Dimitri Rybolovlev lleva a los tribunales a Sotheby's por supuesto fraude
Acusa a la casa de subastas de inflar, en cientos de millones de dólares, las valoraciones de una veintena de obras de arte, entre ellas 'Salvator Mundi', atribuida a Leonardo da Vinci
¿Quién pone precio a las obras de arte?

Prosigue la segunda semana del juicio que enfrenta en los tribunales de Nueva York a dos pesos pesados del mundo del arte. El magnate de la minería y coleccionista ruso Dimitri Rybolovlev, de 57 años, demandó a Sotheby's por supuesto fraude. Propietario del club de fútbol AS Mónaco, dueño de Skorpios, la isla de Onassis, y de una mansión en Palm Beach comprada en 2008 a Donald Trump por 95 millones de dólares -según 'Forbes', tiene una fortuna de 6.400 millones de dólares (5.800 millones de euros), fue incluido en la lista que Estados Unidos publicó con los oligarcas que forman el círculo más íntimo del presidente Putin.
Rybolovlev acusa a la casa de subastas de ayudar a un marchante a engañarle para que pagara cientos de millones de euros de más por obras de arte. Todo comenzó a finales de 2014, cuando, al parecer, Rybolovlev descubrió que había sido defraudado en la compra de obras de arte. Culpó al marchante de arte suizo que le asesoró, Yves Bouvier, por engañarle al comprar él mismo las obras por un precio y vendérselas por millones de dólares más. Alega el magnate que pagó unos 1.000 millones de dólares (913 millones de euros) de más por 38 obras. Finalmente, llegó a un acuerdo extrajudicial con Bouvier a finales del año pasado tras años de disputas legales en nueve casos judiciales en tribunales de Singapur, Hong Kong, Nueva York, Mónaco y Ginebra que comenzaron en 2015. Bouvier no es, pues, parte en este juicio contra Sotheby's.
Rybolovlev cree que Sotheby's «contribuyó e instigó» al fraude inflando en comunicados oficiales las valoraciones de las obras que compró para justificar el abultado sobreprecio de Bouvier. Concretamente, le acusa de inflar las valoraciones de 16 obras. Entre ellas, 'Nº 6 (Violet, Green and Red)' de Rothko, que adquirió por 186 millones de dólares; 'Nu Couché au Coussin Bleu', de Modigliani, por el que pagó 118 millones; 'Serpientes de agua II', de Klimt -comprado por Bouvier por más de 120 millones de dólares y vendido al coleccionista ruso por unos 186 millones-; 'Le domaine d'Arnheim', de Magritte, y 'Salvator Mundi', atribuida a Leonardo da Vinci, que se vendió a Rybolovlev por poco más de 127,5 millones, cuando su valor era de unos 83 millones. Claro que Rybolovlev pegó el pelotazo cuatro años después vendiendo este cuadro por 450 millones (precio más alto pagado por un cuadro en subasta en la historia) al príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman. Fue en Christie's de Nueva York en 2017.

El juicio comenzó la semana pasada en un tribunal de Manhattan. En su alegato inicial, la abogada de Sotheby's, Sara Shudofsky, dijo al jurado que Rybolovlev estaba «tratando de hacer pagar a una parte inocente por lo que otra persona le hizo». Dijo que el magnate tiene «buenas razones para estar enfadado consigo mismo» después de gastar cientos de millones de dólares en comprar obras maestras de arte sin tomar «las medidas más básicas» para protegerse de un intermediario que le engañó. «Sotheby's no sabía nada de esas mentiras, no tenía conocimiento ni participó en ninguna mala conducta».
Por su parte, el abogado de Rybolovlev, Daniel Kornstein, alegó que un ejecutivo de Sotheby's con sede en Londres formaba parte de un grupo de ejecutivos implicados en un elaborado fraude: «Como resultado de participar en el fraude, Sotheby's ganó mucho dinero. Sotheby's tenía opciones, pero eligió la codicia». Según Kornstein, Bouvier se embolsó 164 millones de dólares (150 millones de euros) gracias a sus «sobreprecios secretos» y otros 6,4 millones (5,8 millones de euros) al cobrar su comisión del 2% acordada por su asesoramiento.
El martes, el marchante de arte londinense Guy Stair Sainty testificó sobre los excesivos aumentos de precios aplicados a las obras que Bouvier adquirió y luego rápidamente pasó a Rybolovlev. Este miércoles subió al estrado un testigo estrella, Samuel Valette, vicepresidente y jefe de ventas privadas de Sotheby's para Europa, Oriente Medio y África, quien desempeñó un papel clave como enlace con Bouvier.
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