Un nuevo análisis revela que el asteroide Bennu contiene materia orgánica compleja y mucho más rica que la terrestre
Además de encontrar 14 de los 20 aminoácidos presentes en la vida en la Tierra, los investigadores hallaron otros 19 que no están incluidos en la biología conocida
Asteroides como Bennu y Apofis podrían tener la clave de una quinta fuerza de la naturaleza

En diciembre de 2018, tras dos largos años de viaje, la sonda espacial OSIRIS-Rex, de la NASA, llegó al asteroide Bennu, una roca espacial de 500 metros y a cientos de millones de km de la Tierra, la cartografió y estudió durante casi ... un año y, finalmente, en julio de 2020, empezó a ejecutar su misión principal: recoger muestras de su superficie, cosa que hizo sin necesidad de posarse en él, por medio de un largo brazo retráctil. La misión fue todo un éxito, y tras un largo camino de regreso, el 24 de septiembre de 2023 la cápsula de muestras de la OSIRIS-Rex se desprendió de la nave y aterrizó en paracaídas en el desierto de Utah con su preciada carga, 121,6 gramos del material original del que se formó, hace 4.500 millones de años, la Tierra y el resto de nuestro Sistema Solar. Las muestras fueron divididas y prestadas a laboratorios de todo el mundo.
Ahora, un equipo de investigadores del Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural y del Centro Goddard de Vuelos Espaciales en Greenbelt, Maryland, publican en 'Nature' (aquí y aquí) los resultados del análisis más completo hecho hasta el momento de esas valiosísimas muestras, y revelan que Bennu contiene una gran cantidad de materia orgánica, incluídos 14 de los 20 aminoácidos presentes en la vida en la Tierra así como las cinco nucleobases del ADN y el ARN (adenina, guanina, citosina, timina y uracilo).

Salmueras extraterrestres
Además, los investigadores encontraron otros 19 aminoácidos que no están incluidos en la biología conocida, y descubrieron que, sobre la superficie del asteroide, el agua evaporada dejó un 'caldo salado' que permitió que los ingredientes elementales de la vida se mezclaran para crear estructuras más complejas. Esos 'bolsillos' de agua líquida, según uno de los estudios, ya se encontraban en el asteroide 'padre' de Bennu, formado hace unos 4.500 millones de años. Cuando el agua se evaporó, dejó salmueras que se parecen a las costras saladas de los lechos de lago secos en la tierra.
Los autores sugieren que aquellas salmueras extraterrestres proporcionaron un entorno crucial para el desarrollo de los compuestos orgánicos. En su artículo, los científicos del Smithsonian describen una amplia variedad de minerales evaporados, entre ellos algunos que nunca se habían observado en muestras de meteoritos. «Ahora sabemos -dice Tim McCoy, coautor principal de ese estudio- que los ingredientes crudos de la vida se combinan de maneras realmente interesantes y complejas en el cuerpo de Bennu. Hemos descubierto el siguiente paso en el camino hacia la vida».
En conjunto, el estudio concluye que Bennu hace gala de una materia orgánica compleja y mucho más rica que la propia biología terrestre.

La búsqueda continúa
La salmuera de Bennu, sin embargo, difiere de la terrestre en su composición mineral. Por ejemplo, las muestras del asteroide son ricas en fósforo, que es abundante en meteoritos y relativamente escaso en la Tierra. Y también carecen prácticamente de boro, un elemento común en los lagos hipersalinos de la Tierra pero extremadamente raro en los meteoritos.
Los investigadores creen que salmueras similares probablemente aún existen en otros cuerpos extraterrestres, como el planeta enano Ceres o la luna helada de Saturno Encelado, donde se ha detectado carbonato de sodio. Y es muy probable que estas salmueras también estén presentes en otros asteroides, por lo que McCoy y sus colegas planean reexaminar meteoritos de la colección del museo Smithsonian, en busca de rastros reveladores que otros análisis habrían podido pasar por alto.
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MÁS INFORMACIÓN
McCoy subraya que los nuevos descubrimientos ilustran el legado científico de la misión OSIRIS-Rex, ya que sus muestras, de las que aún queda mucho por aprender, alimentarán la investigación durante décadas. «Este es el tipo de hallazgo -dice el científico- que esperas hacer en una misión. Encontramos algo que no esperábamos, y esa es la mejor recompensa para cualquier tipo de exploración».
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