- Precio
Periódico ABC SEVILLA 25-07-1936, portada
- EdiciónABC, SEVILLA
- Páginas4
- Fecha de publicación25/07/1936
Ver también:
MAD 5I P- SEV 1 LLA 25 D E 1 ULI 0 P E 1 93 6 N U M E R O SUELTO 15 CENTS. REDACCIÓN í PRADO JDE SAN SEBASTIAN. SUSCK IPCIOÍÍKS X ANUNCIOS, VELAZQDKZ, 12, SEVILLA ABC DIARIO ILUSTRA DO. A Ñ O T R I G É SIMO S E G U N D O N U M E R O 10.344 EL S O L D E L DÍA D E S A N T I A G O A L U M B R A DE LOS Q U ELUCHAN E N LA AUTENTICA L A VICTRADI- TORIA POR U N A ESPAÑA NUEVA, O U E SE APOYA CIÓN D E L I B E R T A D E S Sevilla al día. E n el campo de Sevilla. N o t a s complementarias de l o o c u r r i d o en A r a h a l Llegada d e fuerzas procedentes de M a r r u e c o s E l general O r g a z en S e v i l l a Fuerzas cívicas al servicio de España. L a festividad de Santiago A p ó s t o l L a información oficial del día 25 de julio. Otras noticias. S e v i l l a al d í a Actitud expectante, pero sinceramente confiada, ante las noticias de juera; de absoluta tranquilidad en cuanto a las cosas de casa, en la cual, después de la mudanza- -que ha sido de las buenas- -todo está limpio y en su sitio, Ni un trasto por enmedio... Blanca tres, tres, tres, ha dicho el general, y los demás, sin saber si doblarnos o no, pensamos en la jugada- -buena, de seguro- -que convendrá realisar. Al mismo tiempo reflexionamos sobre las dificultades que crea a los servidores de España, el desafío del obrero Sr. Prieto, que nos reta a Pasar sobre su abundante cadáver, como si aquí contásemos con gente entrenada en empresas de alpinismo. Mientras la pas sevillana se consolida, y en tanto los unos cuidan, arma al braso, de que perdure, los demás, trabajando en sosiego, completan el ambiente de normalidad. Y la Giralda, todavía en pie, continúa indicando el cielo a los que se obstinan en no mirar hacia arriba. El relato de los horrores de Arahal, nervio de nuestra información de hoy, habrá hecho caer la venda que aún cubría muchos ojos. Revelan sus crispadores episodios a qué grado de salvaje inhumanidad habían llegado las rojas hordas de España entera, sí. con el Ejército al lado, sus hijos honrados y léales no hubiesen acometido con oportunidad providencial la tarea patriótica de reducir a la impotencia a cabecillas desalmados, señoritos cursis- -incapaces de aliv a con un pedazo de pan el hambre de un obrero- incendiarios, pistoleros, asesinos y tristísimo caso general de embaucados que componen las rojas milicias... Esa tarea patriótica- -tan dura como que Para cumplirla ha sido preciso verter la sangre de tantos hermanos nuestros- que el admirable señor Lucia habría sabido ahorrar, por las buenas- -sensible enemigo de los- malos modos- pidiéndole en cortesía I üebinete Casares Quiroga que tuviese V M VgzgüejQM. -SÍMPLICISIMO. para dar este fruto de maldición que es lá guerra civil. De cuando en cuando, pequeños grupos de campesinos que alzan el abrazo abierto, el puño que los marxistas cerraron en ademán para presagio de todo esto. N i un tiro en toda la vega del Guadaira, camino del A r a h a l de Morón. Junto al G a 11 c desplumado, combate aún pequeño grupo, en el que se habían reunido todos los revoltosos de la comarca. L a columna estrechaba el cerco del castillo. Castülito de Morón que a todo el mundo combates, ahora te combato yo, ¡Castillito, date, date! Así dice el viejo romance que actualizan los leales. P o r el campo reseco vuela, corcel ideal, el caballo blanco ceñido de rosas que campea sobre azur en el escudo de M o rón. Caballo blanco de Clavijo, caballería eterna de las empresas españolas, caballo para las celestes cabalgadas por el. campo de estrellas, que traza un camino de íe, sobre el cielo de España, blanca luz estelar altísima, sobre la mancha roja que es la tierra empapada en sangre, que son los bajos pensamientos rezumantes de odio. Así ahora, como en la empresa fronteriza que i n mortalizó el romance, se combate en Morón de la Frontera. ¡A ú n fronteras en Es- paña! MAÑANA DOMINGO HABRÁ P E R I Ó D I C O S Recibimos una orden de la División Militar, en la cual se nos hace saber la resolución de que, suspendiendo el descanso dominical, continúe saliendo cada periódico a la hora en que se vienen publicando desde que se iniciaron las presentes circunstancias. P o r consiguiente, mañana domingo, A B C atendiendo m u y gustosamente la resolución del general de la D i v i sión, publicará una edición extraordinaria con las noticias hasta dicha hora recibidas. En el campo de Sevilla E l h o r r o r rojo de A r a h a l Jamás hemos sentido tan hondamente, a lo largo de nuestra vida profesional, la responsabilidad de un relato periodístico, como ahora, al comenzar esta triste información, que marcará el episodio más dramático de todo este triste período revolucionario. Nuestro relato no será más que pálido reflejo del horror que presenciamos ayer en A r a h a l N o tenemos el propósito de encender rencores n i avivar pasiones. Cumplimos el triste deber de relatar. L a verdad, sería inútil callarla. Meditando l a responsabilidad de cada palabra de l a información, después de comprobar esciupulosamente los hechos, entramos en el relato de lo ocurrido en Arahal, episodio cuya ferocidad supera a todo lo imaginable. S i no lo hubiéramos comprobado, si en nuestros ojos no pesara aún el horror de la infernal visión, no creeríamos que el odio llegara a la inconcebible crueldad cometida por los rojos con indefensas personas. Marchamos al Arahal en l a mañana calurosa de julio. Pesa el cielo, denso; plomo ardiente, el aire sucio de l a sucia mañana, camino del medio día. Quietud de muerte. Pesadumbre en la tierra quemada, seca como las entrañas que se agostaron en el rencor que sembraron J s predicaciones r. ojas. a L a sublevación del A r a h a l H o r a s de angustia E n la historia de las sublevaciones campesinas, el motín del Arahael en 1851, marca el período inicial de las rebeldías proletarias. Y a nos llega, por la simbólica puerta de oro que abren a Miguel Bakunin los masones de Gadex Augusta, e l primer r a malazo de odio que ennegrece la campiña, D e este odio, Fermín Salvochea, con la) santidad de su vida, irá fonmando una r e ligión nueva y el evangelio de Acracie promete Arcadias en las gañanías y surge tm misticismo que tiene un altísimo valor espiritual que nadie ha sabido encauzar para el bien. Después del motín de A r a h a l el de Montilla es pronta réplica. Desde entonces... ¡cuánto se pudo hacer y no se hizo. Jl A r a h a l tiene, pues, una raíz revolucionaria. ¿Es lo flue vamos a relatar retoño é J