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Periódico ABC MADRID 26-03-1906, portada
- EdiciónABC, MADRID
- Páginas12
- Fecha de publicación26/03/1906
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t- í, i PUBLICIDAD SOLICÍTENSE TARIFAS Anuncios económicos. Reclamos. Anuncios por palabrasNoticias. Informaciones. j clministraci 6 n: 55, Serrano, 55, Madrid N. 439. MADRID, LUNES 26 DE MARZO DE 1906 NUMERO SUELTO, CINCO CÉNTIMOS EN TODA ESPAÑA k -i N ABC ¿Qué médico de fama desdes hígado y bazo? Depósitos; Mayor, 73, y Alcalá, 40, á una peseta botella litro con casco. SUSCRIPCIÓN PAGO A N T I C I P A D O Madrid, por cada mes, i, $o pesetas. Provincias, 5 pts. trimestre Trimestre: Portugal, 6 pesetas. Unión Postal, 8 francos. dministración: 55, Serrano, 55, M a d d a CtlIlMBO HARINA LACTEADA Únicos cafés p n r o s sin p i n t n r as. T e l 1.853. 5 1 M o n t e r a 5 1 Sucursal n. o 1, Plaza de San Miguel, n. 9, Contiene la mejor leche de vaca. AHmento completo para niños peraooas débilo y convalecientes Precio único PtV 1.75 el bote. NESTLÉ C H O C O L A T E S NapoIitanas. -Pitinos Ricas Tapiocas toda clase. de medicamentos y artículos en condiciones muy y Elobey. Jacometrezo, 31. nCí tos, fatiga, grippe, etc. curan pronto con conoce maravillosos efecColección de sellos DElosCVENTA TI rENl 1 TODAS delPARTES y 91 9 UKANULOJS Di. Ricortés, 2 pesetas tos L a apuchina de se compran y sellos de Río Oro L i a n j a r ó n para enfermedacaja, K A U C O 1 3 f a r m a c i a En ésta hallará el público MATÍAS LÓPEZ LA JOYITA Cubiertos de plata al peso. Príufdpe, 4, platería. ALHAJAS COMPRO En la villa de Rentería (Guipúzcoa) contiguos á la es tación del ferrocarril y en inmejorables condiciones parala construcción de fábricas ó casas para obreros. Facilitará, toda clase de detalles el abogado O. Ramón Soraluce, San Marcial, 33. S A K S E B A S T I A N á l o s mÁH a l t o s p r e c i o s PELIGROS. 5, rlnco ada Tasaddr autoritado foTr cípS SAÚCO, 13, F R A I A M CA 500 CUADROS ANTIGUOS y multitud de objetos se liquidan por cambio de dueño, duran te tres días en M e s o n e r o R o m a n o s 4 t i e n d a LA JOYITA Reforma toda clase de alhajas i ríncipe, 4, j o y e r í a ¿MUEBLES DE OCASIÓN? P l a z a d e l Á n g e l 6. -13 L. C E N T R O 88 BIBLIOTECA DE A B C RAMUNCHO 8 f bajo, p o r detrás de él, p o r la raya negra de la frontera francesa. Entonces d espíritu de los tiempos antiguos, de las edades muertas, plegó sus alas de sombra, desva- neciéndose. El silencio, tan hermoso, se ha t u r b a d o después del pasar rápido de esa fiera anhelante, el espíritu, que ha huido, no reapareció y a AI fin, la barca esperada p o r Ramuncho y Florentino apunta á lo lejos; se divisa un poco, apenas es perceptible para ojos que no sean los de esos muchachos; aparece como una forma gris, menuda, que va dejando tras sí rizos fugaces sobre el espejo de color de cielo de las aguas, donde las estrellas se reflejan temblando. La hora tádo de Es paña. Sin que toque la orilla, los contraoandistas tienen, para coger la mercancía, que descargarla yendo hacia ella á pie p o r el r í o con perchas puntiagudas en la mano, á fin de parecer, si p o r casualidad se les sorprende, que se están dedicando inocentemente á la pesca de platusas. El agua del Bidasoa semejaba un espejo inmóvil y claro, más luminoso que el ciclo, donde se retratan y tiemblan las constelaciones; la cordillera española álzase enfrente, destacándose su silueta, como recortada, negruzca, en la tranquila atmósfera. Sí, ya viene el estío, el buen tiempo; se anuncia su acercarse en la noche límpida y dulce, en su tibia languidez tendida sobre este rinconcillo del mundo, donde maniobran silenciosamente los carabineros. P e r o la desembocadura que separa á los dos países parécele á Ramuncho en este instante más melancólica que otras veces, más cerrada y como entre murallas, p o r los negros montes, al pie de los cuales brillan apenas, aquí y allá, dos ó tres luces tristes é inciertas Entonces se apoderó de él, una vez más, el deseo d conocer lo que hay más allá, mucho más allá a ú n ¡Oh marcharse hacia ese más allál... ¡Sustraerse, p o r algún tiempo al menos, á la opresión de este país, tan querid o no obstantel Antes de la muerte, huir del peso de esta existencia monótona, siempre igual y sin esperanza de cambiarla. ¡Hacer otras cosas, salir de aquí, viajar, saber... Atento á la lejanía p o r donde la lancha debe apuntar, levanta de cuando en cuando los ojos hacia arriba, hacia W infinito, para mirarlo, para ver la luna, cuya hoz afilada del creciente, estrecha como una línea atgentada, desciende, y p o c o á p o c o va desapareciendo; se fija en las estrellas, cuyo andar lento y rítmico ha observado, como las gentes de su oficio, durante tantas noches, y en el fondo de