Archivo ABC
Archivo

El boxeador negro (y muy querido) que logró el título mundial en la España de Franco

Si bien hay un axioma en boxeo que afirma que un hombre con cien combates a sus espaldas no vuelve a ser un hombre normal, esto no se cumplió con Legrá, a pesar de su larga carrera, gracias a su estilo de francotirador

Visita de José legra a ABC en 1969.+ info
Visita de José legra a ABC en 1969. - ABC
Actualizado:

Bailarín. Boxeador. Un héroe deportivo de la España franquista. José Adolfo Legrá Ultria, natural de Baracoa (Cuba), se refugió en el boxeo del hambre y la pobreza de su país de cuna, donde malvivía con trabajos callejeros. Celebró combates en La Habana, en Miami, en México, lo que le granjeó doce victorias, un nulo y solo una derrota en peso pluma, hasta que Fidel Castro prohibió el boxeo profesional en la isla y le empujó a cruzar el charco.

«Era apenas un principiante. Un chico delgado y ágil que daba cierta impresión de fragilidad, pero que se revelaba en sus peleas de ‘neopros’ un buen instinto. Tenía algo que no se aprende en los gimnasios. Algo que mezclado con el ritmo antillano, le podía llevar lejos», describió Manuel Alcántara en un reportaje de Blanco y Negro publicado en agosto de 1968.

+ info

Apodado 'El puma de Baracoa', José Legrá se abrió paso a puñetazos en la España de los años sesenta. De la mano de su amigo y tutor Kid Tunero, otro boxeador cubano residente en España, Legrá se labró un futuro en el boxeo profesional gracias a un estilo ágil, elegante, fino, propio de un bailarín, que alternaba con una verborrea brava para calentar los combates. Se ganó así al público español y al extranjero, hasta el punto de que en Reino Unido se le llegó a conocer como 'el pequeño Cassius Clay'.

Cantando el 'La, la, la' en Gales

Nacionalizado español en 1966, Legrá consiguió al año siguiente vencer al francés Yves Desmarets por KO en el tercer asalto para proclamarse campeón de Europa del peso pluma. «Se impuso con autoridad el boxeador de color. A poco de iniciado el ‘match’, un rápido uno-dos estuvo a punto de lanzar a la lona al francés. En el tercero, el desenlace llegó sorprendentemente. El KO de Desmaret se produjo sin que el púgil fuera derribado», narró ABC sobre un combate celebrado en el Palacio de los Deportes de Madrid..

Todo ello le dio el derecho a disputar el título mundial el 24 de julio de 1968, en el Coney Beach Arena de Porthcawl, ante el galés Winstone. En este combate retransmitido en directo por TVE, un hito para la televisión en España, terminó con una nueva victoria para el español por nocaut técnico en el quinto asalto. «España tiene un título mundial de boxeo conseguido con arrojo, técnica y maestría por hispamericano de origen. En Gales, José Legrá ha sacado del sombrero, como un prestigiador de postín, la figurilla plateada del título mundial de los pesos plumas. Es un campeón que merece reinar», informó Alfonso Barra en las páginas de ABC.

Fotografía de Legrá como c+ info
Fotografía de Legrá como c

La escena de la celebración, con los españoles saltando al ring y paseando en hombros a Legrá mientras cantaba el «la, la, la» de Massiel, pasó también a la historia de la televisión. El deportista, «loco de contento», se abrazó a su sparring, a su entrenador y a los periodistas que entraron en el cuadrilátero. ABC recogió sus primeras palabras:

–«Gracias a todos los españoles, que tanto me han ayudado. Mi mayor alegría es poder ofrecer este triunfo a España. Ahora podré traer a Madrid, donde tengo a mi casa, a mi madre y a mis hermanos. ¡Arriba España!».

A este grito casi procolorario en la época, el campeón mundial añadió:

–«Algunos me han acusado de fanfarronear, de presumir anticipadamente de mi victoria. Bueno, ahora verán que lo que digo lo cumplo. Dije que ganaría por fuera de combate, pero añadí que no sabía en qué asalto…; bueno, ahí está mi victoria que llena todas mis ambiciones y que ofrezco a España, que es mi patria, y a la que debo la oportunidad de haber disputado este combate»

Página de Blanco y Negro de enero de 1975 con entrevist a José Legrá.
Página de Blanco y Negro de enero de 1975 con entrevist a José Legrá.

En 1969, el campeón perdió por puntos en una decisión muy polémica el título mundial ante el australiano Johnny Famechon, pero lo recuperó en 1971 ante Clemente Sánchez en Monterrey. En ese intervalo de tiempo volvió a ser campeón de Europa, venciendo en 1970 al italiano Galli en Madrid en una velada organizada por el mítico actor Tony Leblanc. En 1973, perdió por puntos el título mundial ante el brasileño Eder Jofré. A partir de ahí su carrera empezó a declinar y se cerró con un combate ante Danny Valdés, al que venció por puntos en 1975 en Estados Unidos.

Si bien hay un axioma en boxeo que afirma que un hombre con cien combates a sus espaldas no vuelve a ser un hombre normal, esto no se cumplió con Legrá, a pesar de su larga carrera, gracias a su estilo de francotirador. «Sobre las puntas de los pies se mueven sin cesar los dos finísimos cables oscuros. Saltan atrás y adelante, a los lados y otra vez adelante y atrás. Cada golpe sirve para encontrar la distancia más propicia», describió Alcántara en Blanco y Negro.

Cuando Legrá fue campeón de Europa lo recibió Franco en audiencia especial en el Palacio de El Pardo. El dictador le regaló un chalé, que, en realidad, era un modesto piso en el barrio madrileño de San Blas. Tanto da. El boxeador solo quería un techo para traerse a sus once hermanos: «No saben el hambre que yo he pasado».

El hispanocubano, que actualmente tiene ochenta años, nunca denunció haber sufrido casos de racismo y bromeaba constantemente sobre el color de su piel. «Estoy negro, mi hija, estoy negro», decía cuando se enfadadaba en otra entrevista con Blanco y Negro el 25 de enero de 1975. Durante esa entrevista recibió, según la redactora Ángela de la Yglesia, numerosas llamadas femeninas. «Siempre he tenido éxito con las mujeres. No les importa que sea negro. Al revés... Pero como mujer, mí madre. Es buenísima»

Artículo solo para suscriptores
Ver los comentarios