A los chinos les gusta el Seat León Cupra, alias el «Cañoncito Español»

El Seat León Cupra, el primer modelo que la marca española acaba de poner a la venta en China, ya ha sido bautizado en este país como el “Cañoncito Español” (“Xiao Gang Pao”). Sus agresivas líneas deportivas y la potencia que le dan su motor de 2 litros y 211 caballos le han valido este sonoro y llamativo apodo en mandarín , que ya utiliza la prensa china y por el que ya es conocido el vehículo entre los taxistas.

Tras su presentación en el Salón del Automóvil de Pekín, Seat ha inaugurado este martes ocho concesionarios repartidos por grandes ciudades chinas con entre 5 y 10 millones de habitantes, o hasta 30 en el caso de la megalópolis sureña de Chongqing. En Zhengzhou, capital de la provincia de Henan – la más poblada del país con unos 100 millones de habitantes – el joven Li Yongfeng fue el elegido para hacerse la foto como primer cliente de un León Cupra, alias “El Cañoncito”.

“Me gusta por sus formas juveniles y porque, al pertenecer al Grupo Volkswagen , creo que ofrece garantías de calidad”, explicó este joven de 25 años que trabaja en una empresa de transportes de acero. Aunque no pudo dar muchos detalles porque los responsables del concesionario se lo llevaron a toda prisa, fuentes de la empresa explicaron luego que había comprado un modelo blanco, cuyo precio es de 243.900 yuanes (29.382 euros) durante la feria automovilística que tuvo lugar en Zhengzhou a principios de este mes.

Según la directora general del concesionario, Jin Ling, “la mayoría de clientes que se decantan por estos vehículos, que no tienen el maletero de un sedán, suelen pedir préstamos bancarios para adquirirlos”. Tras abonar una entrada de entre el 20 y el 30% , los compradores abonan pólizas mensuales de entre 2.000 y 3.000 yuanes (entre 250 y 365 euros) durante cinco años.

“Quiero comprar un coche nuevo y he estado viendo los Skoda, pero este tiene muy buena apariencia y un motor muy potente”, alababa otro potencial cliente, Jin Yong, que ha conocido la marca Seat gracias a un amigo. Casado y con dos hijos, este empresario hostelero de 36 años ya ha tenido un Volkswagen Jetta y un Geely de la gama alta y ahora estaba meditando ponerse al volante de un “Cañoncito”.