Dos de cada tres ayuntamientos no deben dinero a las entidades financieras

En unos tiempos en el que las administraciones públicas están miradas con lupa y en el que se les exige austeridad y recortes por doquier, siempre hay excepciones que confirman la regla del excesivo gasto en el que, según las analistas, han incurrido también los ayuntamientos. En el caso de Castilla y León, los números pueden llegar a sorprender en un primer momento. Según los datos que maneja el Ministerio de Economía y Hacienda, a finales de 2010 había un total de 1.451 municipios de la región que no habían incurrido en deuda con las distintas entidades financieras. La elevada cifra representa casi un 65 por ciento del los 2.248 ayuntamientos existentes en la región o, lo que es lo mismo, casi dos de cada tres pueblos de la Comunidad habrían conseguido no deber nada a bancos y Cajas al cierre del pasado ejercicio.

Aunque los propios expertos consultados por ABC no imaginaban que el «cero» estuviera en el casillero del debe de tantos consistorios, tampoco se puede ser demasiado optimista con un dato que, en buena medida, viene justificado por la «construcción» de Castilla y León en base a localidades de muy pequeño tamaño que, aunque quisieran, no podrían endeudarse por la falta de avales y garantías con los que convencer a unas entidades que tampoco se caracterizan en este momento por su generosidad. Además de lo que puedan tener pendientes con distintas empresas privadas —proveedores— en lo que se denomina deuda comercial, los pueblos cuentan con dos fórmulas básicas para emprender las pocas inversiones —la mayoría por máxima necesidad— que acometen. Por un lado, estarían las partidas que les pueden «tocar» en los planes provinciales de las Diputaciones, más en entredicho aún que los ayuntamientos pero que siguen siendo clave para el mundo rural. La otra manera de sacar las «perras» sería a través de las contribuciones de los propios vecinos.

Las mismas fuentes preguntadas detallan también que en la amplia lista de «cumplidores» de la región aparecen municipios de un tamaño que empieza a tener su importancia y que en estas plazas ha sido la gestión de los propios regidores o el temor a tiempos peores lo que les ha frenado. En un tercer grupo estarían los «afortunados» que disponen —por uno u otro motivo— de los recursos necesarios para llegar a fin de año sin pedir nada a casa nadie. El turismo, en muchos casos, y la riqueza que genera la instalación de distintas factorías les permite contar con un remanente con el que pueden afrontar las pequeñas obras del día a día e incluso algún que otro «capricho».

Así, en el capítulo que denomina el Ministerio «deuda viva de las entidades locales» aparecen estos 1.451 «elegidos» en un reparto que no es proporcional en todas las provincias. Los burgaleses encabezan la lista con 288 pueblos sin préstamos pendientes de pago —entre ellos, Belorado, Valle de Tobalina y Condado de Treviño— y que prosigue Salamanca, con 228 —Arapiles, Babilafuente, Carbajosa de la Sagrada,…—. En sentido contrario sólo hay 93 ayuntamientos leoneses que cerraron a cero sus cuentas —Garrafe de Torío, Onzonilla y Alija del Infantado, entre los más significativos— y 116 vallisoletanos —incluidos Arroyo de la Encomienda, Mota del Marqués y Zaratán—. En todo caso, porcentualmente son los palentinos los que más éxito tiene con más de un 80 por ciento de los consistorios sin deuda bancaria —aparecen Astudillo, Cervera de Pisuerga y Monzón de Campos—. Los de León vuelven a cerrar también esta clasificación en la que por debajo de la media regional se sitúan los de Valladolid, los de Salamanca y los de Zamora —que incluyen a Villardeciervos, Morales del Rey y Gallegos del Río—.

La otra consecuencia de que haya casi 1.500 corporaciones locales que han evitado ser morosos con los banqueros, es que la deuda viva en Castilla y León se reparte entre el resto de municipios, con una incidencia enorme en las nueve capitales. Sólo ellas suman más de 746 millones de euros de los algo más de 1.100 acumulados en todos los ayuntamientos de la Comunidad. El porcentaje de las grandes supone el 67,75 por ciento del total cuando su población apenas supera el 42% de la existente en la Comunidad. Aunque en su descargo hay que señalar que las necesidades de estos núcleos urbanos son infinitamente mayores, el dato de que cada vecino de estas ciudades tendría que poner más de mil euros para cubrir la deuda de sus respectivos ayuntamientos es definitivo.