Debate sobre el estado de la Nación: Así veía Rajoy hace un año la situación de España
El paro fue el protagonista absoluto de su discurso, reconoció el incumplimiento de su programa, propuso medidas contra la corrupción y dejó claro que en Cataluña hay que respetar la ley

El 20 de febrero de 2013, a las 12 del mediodía, se abría el primer Debate sobre el estado de la Nación con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno . Y empezó con una cifra, que marcó el resto del debate: «Señorías: 5.965.400». Se refería al número de parados, «4.743.000 españoles y 1.222.000 inmigrantes, que cada mañana se enfrentan a la dura realidad del paro». Así trataba de situar el foco de atención en el primer problema del país, y de paso hacer un guiño de comprensión a los millones de personas que lo estaban pasando mal por el desempleo.
Un año después, la cifra ha cambiado: 5.896.300. Es decir, casi 70.000 parados menos, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Y ese será, precisamente, uno de los datos objetivos que utilizará este martes Mariano Rajoy, para defender su gestión, en el Debate sobre el estado de la Nación. La oposición, previsiblemente, le recordará que el número de ocupados también ha bajado: casi 200.000 menos en solo doce meses.
En febrero de 2013, en el primer gran Debate, Rajoy explicaba que las cosas empezaban a cambiar, y el clima de opinión sobre nuestra economía mejoraba ostensiblemente. «No es suficiente, señorías», subrayó en otro comentario destacado de su intervención. «Nada de brotes verdes ni nubes pasajeras ni anticipos primaverales. La realidad económica y social de nuestro país en terriblemente dura», advertía entonces.
En su próxima intervención, cabe esperar que Rajoy no haga un dibujo de la realidad tan «terrible». Al contrario, pondrá el acento en el inicio de la recuperación y la creación de empleo estable, que según las previsiones será evidente a lo largo de este año.
Buena noticia en su primer debate
En su primer Debate sobre el estado de la Nación, Rajoy dio una «buena noticia», según la calificó en su intervención: «De julio a noviembre, la balanza de pagos por cuenta corriente española ya ha tenido superávit. Dicho de otra manera, no tenemos necesidad de financiación exterior y se reduce nuestra deuda». En el Debate que comienza este martes, Rajoy incidirá en la importancia que está teniendo el buen comportamiento del sector exterior para la salida de la crisis en España.
También en aquel primer Debate, de febrero de 2013, Rajoy hizo esta confesión: «No me ha sido posible cumplir alguno de mis compromisos electorales, porque he tenido que cumplir mi deber como presidente del Gobierno». Ahora, sin embargo, anunciará que ha llegado el momento de cumplir esa parte del programa electoral que incumplió, la relativa a la bajada de impuestos. Será uno de los ejes de su discurso: la reforma fiscal que el Gobierno presentará a las Cortes en mayo, para que esté en vigor el 1 de enero de 2015.
La corrupción también fue protagonista en el Debate de 2013, recién publicados los primeros papeles de Bárcenas. Fue ahí y en ese momento cuando Rajoy propuso a los grupos «un amplio acuerdo en esta materia que ayude a devolver la confianza de los ciudadanos en sus representantes». Y pasó a enumerar una serie de medidas, que incluían un mayor control y límites en la financiación de los partidos, un estatuto del cargo público y más medidas penales contra la corrupción. En el último Consejo de Ministros, el Gobierno aprobó por fin los proyectos de ley, que empezarán a debatirse ahora en el Congreso. Esto le valdrá a Rajoy para poder defender este martes desde la tribuna el trabajo que ha hecho el Gobierno por la regeneración democrática.
Otro asunto destacado hace un año fue la organización territorial de España, después de que Artur Mas hubiera iniciado ya su desafío independentista. Doce meses después, volverá a ser asunto de debate, y como entonces, Rajoy defenderá que la soberanía nacional reside en el conjunto del pueblo español. «Señorías, esto es la ley, insisto, la ley, y no podemos desconocerla ni pasar por encima de ella. Comencemos por respetar la Constitución y la ley y luego hablaremos de lo que haga falta», dijo Rajoy hace un año. En esta nueva ocasión, el presidente del Gobierno pondrá sobre la mesa más argumentos contra el intento de secesión en Cataluña, pero mantendrá firme su postura.
Eso sí, la voluntad de diálogo sobre Cataluña se limitará a asuntos económicos y sociales, y nunca a la consulta ilegal o a los pasos que quiere dar Artur Mas hacia la independencia.
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