El BCE baja los tipos e inyectará 400.000 millones de euros para que fluya el crédito
El supervisor recorta los tipos al mínimo histórico del 0,15% y pasa a gravar al 0,1% los depósitos de la banca en Fráncfort

El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido con las expectativas y ha sacado finalmente buena parte de su artillería monetaria para combatir la baja inflación en la zona euro, que bajó al 0,5% en mayo , y la debilidad de la recuperación económica del Viejo Continente, que solo avanzó un 0,2% en el primer trimestre del año , por el estancamiento de economía como la francesa y recaídas de otras como la italiana. Ante ese escenario, el supervisor comunitario ha desplegado una amplia batería de medidas. La primera, una rebaja de los tipos de interés hasta un nuevo mínimo histórico del 0,15%, desde el anterior 0,25%.
El consejo de gobierno del BCE, en su reunión mensual en Fráncfort, ha decidido también penalizar los depósitos de las entidades financieras en las arcas del banco central con un tipo negativo del 0,1%, convirtiéndose en el primer supervisor que optar por esta medida. Con ella se quiere disuadir a los bancos de depositar dinero en sus ventanillas con el fin de impulsar que fluya el crédito. Así, a partir del 11 de junio, las entidades tendrían que pagar por dejar el dinero en las oficinas del BCE en Fráncfort. También se ha reducido en 35 puntos básicos la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, hasta solo el 0,40%. Todo ello provocará previsiblemente un bajada en la rentabilidad de los depósitos de los clientes y un abaratamiento de los créditos (el Euribor, de referencia para las hipotecas, ya se mueve a la baja).
La rebaja de tipos debería contribuir a que el euro frene su «rally» alcista y se deprecie respecto al dólar, lo que ayudaría al aumento de las exportaciones y a la recuperación económica . De hecho, justo después de conocere las nuevas medidas, la moneda única ha experimentado una repentina caída pasando de los 1,36 dólares al entorno de los 1,35.
Más liquidez a la banca, pero para crédito
Desde el BCE se pedirá a los bancos que rindan cuentas sobre los préstamosDurante su intervención en rueda de prensa, Draghi ha anunciado que utilizará toda la artillería disponible para reactivar la recuperación en la Eurozona.«El consejo de gobierno fue unánime en su compromiso de usar también instrumentos no convencionales dentro de su mandato en caso necesario para afrontar riesgos de un periodo demasiado prolongado de baja inflación», ha señalado Draghi.
Así las cosas, el presidente del BCE ha anunciado que convocará a la banca europea a dos subastas de liquidez (LTRO, en el argot financiero) por 400.000 millones de euros y que se celebrarán los próximos meses de septiembre y diciembre. El organismo ya inyectó al sistema por esta vía, en diciembre de 2011 y febrero de 2012, un billón de euros. Sin embargo, los bancos usaron entonces esos préstamos para especular con deuda en lugar de financiar a la economía real. Para evitar que eso vuelva a suceder, y al igual que hace el Banco de Inglaterra, el BCE condicionará esa facilidad a que de verdad se use para dar préstamos a empresas y familias.
«Las entidades que no cumplan ciertas condiciones respecto al volumen de sus préstamos netos a la economía tendrán que devolver el dinero en septiembre de 2016», ha avisado Draghi. Es decir, aquellos bancos que no usen esa liquidez para financiar a pymes y hogares tendrán que devolver al BCE ese dinero dos años antes de su plazo de vencimiento, en septiembre de 2018. Además, el banco central pedirá a las entidades financieras que rindan cuentas sobre cómo utilizan ese dinero prestado, pues no podrán destinarlos ni a hipotecas para la compra de vivienda ni para financiar a la administración pública.
Las compras de activos, preparándose
Los mercados se habían ilusionado con la posibilidad de que el BCE, por primera vez, llevase a cabo un programa de compra masiva de activos o expansión monetaria similar al de la Reserva Federal de Estados Unidos. Sin embargo, y como venían explicando en las últimas semanas los propios analistas, Draghi ha optado finalmente por repetir esas subastas, aunque bajo el mencionado seguimiento.
En todo caso, el supervisor comunitario ha avanzado también otras medidas, incluida una versión «light» del programa americano y que consiste en la compra de bonos de titulación de activos (ABS), mercado paralizado desde el estallido de la crisis. En concreto, adquirirá paquetes de deuda de empresas titulizada, liberando a los bancos de ese riesgo y permitiendo que se centren así en la concesión de crédito. En todo caso, Draghi ha matizado que esa operación está todavía en fase de preparación y ha advertido de que el BCE solo comprará productos «simples y transparentes».
El banquero italiano considera «significativo» el paso dado por el Banco Central Europea (BCE), al que se venía exigiendo una política de estímulos a la economía, y ha dejado la puerta abierta a nuevas actuaciones en caso de ser necesarias. «Pensamos que es un paquete significativo. ¿Hemos terminado con esto? La respuesta es no. No hemos terminado aquí. Si es necesario, dentro de nuestro mandato, no hemos terminado aquí», ha dicho tras presentar las nuevas proyecciones económicas del supervisor para la Eurozona. El PIB, según el organismo con sede en Fráncfort, crecerá un 1% en 2014, un 1,7% en 2015 y un 1,8% en 2016. Y la inflación, objeto de su mandato —su objetivo es que se contenga ligeramente por debajo del 2%, pero ahora está en el 0,5%—, quedaríaa en el 0,7% el cierre de 2014, dos décimas menos que en la anterior previsión; en el 1,1% para el 2015, dos décimas por debajo, y del 1,4% para el 2016, una décima menos. En todo caso, Draghi ha añadido que no ve amenazas de deflación.
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