Fomento creará una sociedad pública para rescatar a las autopistas en quiebra

El Ministerio de Fomento ultima un plan para poner fin, definitivamente, a la agonía de las autopistas radiales de Madrid y otras en una situación financiera desesperada, como la M-12 (el «eje aeropuerto» de Barajas), AP-41 (Madrid-Toledo), la AP-36 (la prolongación de Ocaña-La Roda) y la AP-7 (Alicante-Cartagena-Vera). El Ejecutivo se dispone a crear una sociedad pública que reúna a las nueve empresas concesionarias de estas carreteras golpeadas por la caída del tráfico y unos sobrecostes derivados de unas expropiaciones que, en el caso de las vías madrileñas, se multiplicaron de manera exponencial. Para ello, el Gobierno recuperará el modelo de la extinta Empresa Nacional de Autopistas (ENA), que hasta 2003, cuando fue privatizada, agrupaba a media docena de autopistas de titularidad estatal.

El equipo de la ministra Ana Pastor negocia contra reloj, actualmente, con las compañías afectadas para contar con un plan definitivo dentro de un mes, indicaron a ABC fuentes conocedoras del resultado de estos encuentros. Prácticamente, figuran de manera directa o indirecta todos los grandes grupos de construcción y concesiones (ACS, FCC, OHL, Sacyr, Ferrovial, Abertis, Acciona, entre otros), asociados con el mapa completo del sector financiero español y algunos representantes internacionales (Santander, La Caixa, BBVA, Bankia, Popular, Sabadell, Espírito Santo, Crédit Agricole, Royal Bank of Scotland y un largo etcétera).

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